¿Podría un apagón en la Península Ibérica desencadenar una recesión en Europa?

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Capitalbolsa | 30 abr, 2025 14:15 - Actualizado: 19:45
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Cuando ocurre un evento extraordinario, lo primero que piensan los inversores es cómo afectará a los mercados y, aún más importante, cómo evitar pérdidas y obtener beneficios de la situación. El apagón generalizado que España y Portugal sufrieron el lunes es uno de ellos.

La causa exacta del colapso de la red eléctrica sigue sin estar clara. Algunos sugieren que se debió a un "fenómeno atmosférico inusual" sobre España. Otros especulan que fue resultado de un ciberataque. Y algunos creen que no fue ninguna de las dos cosas. La causa real probablemente se revelará mediante una investigación formal.

Mientras tanto, los economistas intentan calcular los posibles daños causados ​​por los apagones de varias horas que interrumpieron el suministro eléctrico y el acceso a internet. Según The Objective, las pérdidas por el apagón en España ya superan los 1.000 millones de euros. Si bien es doloroso, no es catastrófico.

Más importante aún, es improbable que una interrupción temporal de la economía de un país, incluso durante varias horas, desencadene una crisis en toda la Unión Europea. Sin embargo, otros factores podrían representar una amenaza mayor para el PIB de la UE. Uno de ellos podría ser la guerra arancelaria iniciada por Donald Trump en abril.

Las primeras señales de alerta ya están apareciendo: los índices PMI preliminares de abril, publicados la semana pasada, indicaron un empeoramiento de las condiciones empresariales en Alemania y Francia. Para aumentar la preocupación, el índice general de confianza empresarial de la eurozona cayó en abril a 93,6 desde 95,0 (las previsiones anticipaban una caída más leve, a 94,5).

La confianza industrial también continuó cayendo, situándose en -11,2 frente al -10,7 del mes anterior (las previsiones eran de -10,1). El sector servicios también experimentó una contracción más pronunciada, de 2,2 a 1,4 (y de 5,0 anteriormente), a pesar de las previsiones de un repunte. Para colmo, un euro más fuerte podría ejercer presión adicional sobre la economía.

Un EUR/USD más alto encarecería los productos europeos en los mercados internacionales y podría reducir las exportaciones. Las grandes empresas europeas que obtienen ingresos en dólares verían mermados sus ingresos al convertirlos a euros. Por último, una moneda más fuerte también encarece Europa para los turistas extranjeros.

Y ahora, las malas noticias: Deutsche Bank predice que el tipo de cambio EUR/USD podría alcanzar 1,30 para finales de la década. Aun así, el FMI se mantiene cautamente optimista. Aunque recientemente rebajó su pronóstico de crecimiento para la eurozona este año del 1 % al 0,8 %, aún espera que el crecimiento repunte hasta el 1,2 % para 2026.

FL Contributors

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