Recortes sanitarios y resultados en víctimas mortales
Cuando un gobierno decide reducir el dinero que destina a la sanidad pública, pone a la población en una situación que puede acarrear más problemas de salud e incluso fallecimientos prematuros. Un extenso estudio ha analizado esta situación para el caso de los recortes sanitarios impuestos por la Administración Trump en Estados Unidos, calculando incluso la cantidad de víctimas mortales provocadas por tales recortes. Aunque el escenario se limita a Estados Unidos, de este caso pueden extraerse muchas enseñanzas útiles aplicables a otros países.
La primera evaluación exhaustiva de los efectos sanitarios de la presidencia de Donald Trump se ha publicado en la revista académica médica The Lancet, y revela impactos devastadores en todos los aspectos de la salud en Estados Unidos. La comisión Lancet de políticas de salud pública en la era Trump también examina los errores en políticas previas aplicadas antes de la era Trump y que, en cuanto a esperanza de vida, contribuyeron a dejar a Estados Unidos por detrás de otras naciones con altos ingresos económicos.
Esta comisión se formó en abril de 2017 y reúne a 33 destacados expertos de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, con experiencia en medicina clínica, salud pública, epidemiología, política de atención médica, medicina comunitaria, economía, nutrición, derecho y política.
La Comisión concluye que 461.000 estadounidenses menos habrían muerto en 2018, y que el 40% de las muertes estadounidenses durante 2020 por COVID-19 se habrían evitado si Estados Unidos tuviera tasas de mortalidad equivalentes a las de las otras naciones del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y el Reino Unido). El informe también estima que los retrocesos de Trump en las protecciones ambientales provocaron 22.000 fallecimientos de más solo en 2019.