¿Qué sectores de inversión se ven más afectados por las medidas arancelarias de la Administración Trump?
Por Tiffany Wilding, economista de PIMCO en EEUU

El 1 de febrero, la Administración Trump dio a conocer aranceles del 25% a Canadá y México, así como un aumento de la tasa arancelaria del 10% a China (por encima del arancel del 10% al 25% ya vigente).
Si bien se esperaba ampliamente una escalada con China dadas las tensiones en curso, los aranceles del 25% a los aliados de América del Norte sorprendieron a muchos inversores, lo que provocó volatilidad en el mercado.
En general, los precios de importación más altos debido a los aranceles estadounidenses tenderían a perjudicar a los consumidores y las empresas de los productos afectados y harían que el sector de exportación de Estados Unidos fuera menos competitivo. Sin embargo, los déficits públicos deberían mejorar. A medio plazo, el aumento de la inversión y la contratación en el sector manufacturero de Estados Unidos podría mitigar los efectos internos negativos de los aranceles, especialmente si las regulaciones se vuelven más laxas o eficientes.
Los sectores de automoción, alimentario y de materias primas en Estados Unidos probablemente sentirían el impacto más directo de los aranceles. La integración es particularmente alta en el sector automovilístico; algunos componentes de la fabricación de automóviles cruzan las fronteras del T-MEC ocho veces antes de que los vehículos terminados sean vendidos a los consumidores. Es probable que los aranceles sobre la energía sean bastante perjudiciales, especialmente para las refinerías del Medio Oeste que dependen del petróleo canadiense, a pesar del ajuste propuesto que impone aranceles del 10% (en lugar del 25%) a las importaciones de energía canadiense.