El FMI y las Bolsas con esteroides

Juan Carlos Ureta Domingo, presidente ejecutivo Renta 4 Banco

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 19 oct, 2020 18:30
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La tercera semana de octubre empezó el semifestivo lunes 12 con una fuerte subida de las acciones tecnológicas (Apple y Amazon subieron en torno al 6% en la sesión, Facebook y Alphabet en torno al 5%) pero ha terminado, el pasado viernes, con una brusca corrección de última hora, liderada precisamente por esos mismos grandes valores tecnológicos, sobre todo Apple y Amazon, poniendo fin, al menos momentáneamente, a la fuerte remontada que las Bolsas habían iniciado en octubre, tras la caídas de septiembre. Una remontada que esta vez se ha extendido también, como decíamos la semana pasada, a los valores cíclicos vinculados a la esperada reapertura de las economías.

Esa recuperación generalizada de las Bolsas parecía continuar el lunes pasado, pero finalmente la semana se ha cerrado con recortes de cierta entidad en las Bolsas europeas y en el Nikkei (Eurostoxx -0,84%, Dax -1,1%, Ibex -1,5%, Nikkei -0,9%) y con subidas bastante suaves en las Bolsas americanas (S&P +0,2%, Dow +0,1% y Nasdaq +0,8%). La Bolsa china, que ya capitaliza más de diez billones (trillones americanos) de dólares, ha sido la mejor entre las grandes (Shanghai Composite +2% en la semana) pero el resto de las emergentes no han tenido un buen comportamiento, cerrando el MSCI Emerging Markets en dólares con una muy modesta ganancia semanal del 0,14%.

Aunque el frenazo ha afectado tanto a los valores tradicionales como a los tecnológicos, la peor parte se la han llevado los tradicionales, que han visto cómo su aparente "revival" se ha transformado en fuertes caídas en la banca europea y en compañías como Meliá o IAG. Pero también las tecnológicas han ido perdiendo fuelle a medida que avanzaba la semana, en un entorno de creciente preocupación de los mercados ante el rebrote de los contagios y ante la consiguiente marcha atrás en la reapertura de las economías.

Esa marcha atrás genera inquietud entre los inversores, a la vista de unos datos económicos no tan buenos como para abrazar de forma decidida la idea, propuesta por algunos importantes Bancos de inversión, de un nuevo ciclo bursátil alcista de largo plazo que se habría iniciado el pasado abril, pero tampoco tan malos como para rechazar la idea de que la renta variable es la mejor alternativa de inversión en el nuevo mundo de los "tipos cero para siempre". Ese peculiar mundo diseñado por los Bancos Centrales y consagrado formalmente el pasado 27 de agosto en Jackson Hole.

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