¿Cuándo debo vender mis acciones?
Carlos Montero
“Siempre habrá una buena razón para vender mis títulos del mercado de valores. Cuando las acciones se desplomaron en marzo, los inversores se preguntaron si debían vender porque sentían que las acciones caerían aún más. Ahora que las acciones se han recuperado, los inversores se preguntan si deberían vender porque parece obvio que las acciones han subido demasiado, demasiado rápido”, esto es lo que afirma el reputado analista Ben Carlson, ejemplificando la opinión de muchos analistas y gestores sobre la “aparente irracionalidad” de las alzas en bolsa, en un entorno de depresión económica a nivel mundial. Carlson reflexiona sobre cuándo un inversor debe vender sus acciones. Veamos:
Aquellos que realmente vendieron hace unos meses cerca del fondo del mercado bajista están en una posición mucho más difícil que aquellos que están considerando vender ahora, pero cada vez que realizas un cambio mayor en tu asignación de activos es una decisión difícil.
Este tipo de decisiones se vuelven aún más exigentes cuando te encuentras o te acercas a la jubilación. En esa etapa, su capital humano está disminuyendo y no tiene casi tanto tiempo para esperar en los dolorosos mercados bajistas como los inversores más jóvenes.
Según Fidelity y el Wall Street Journal , parece que los inversores más antiguos tenían más probabilidades de vender durante este mercado bajista que los inversores más jóvenes:
Los datos de Fidelity muestran que casi un tercio de sus inversores mayores de 65 años vendieron todas sus posiciones en acciones en algún momento entre febrero y mayo, mientras que solo el 18% de todos los inversores en su plataforma vendieron acciones.
Tuve una serie de conversaciones con inversores que contemplaban la venta de acciones en marzo. Muchos de ellos, jubilados, se preocuparon sobre cómo una recesión prolongada podría afectar sus planes de jubilación.
Estamos viviendo en tiempos de miedo.
Pero los tiempos de miedo y el pánico nunca son buenas razones para vender sus acciones. Vender y esperar a que el polvo se asiente también es un plan horrible. Incluso las valoraciones son casi inútiles como un indicador de tiempo para el mercado de valores, como puede atestiguar cualquiera que haya negociado basándose únicamente en los fundamentos de los últimos 20-30 años.
Un mercado bajista es uno de los peores momentos para revisar por completo su asignación de activos porque su capacidad de toma de decisiones se verá nublada por sus emociones.
Entonces, ¿cuándo debería vender algunas o todas mis acciones?
Cuando necesite reequilibrar. La opción “todo o nada” es una de las más peligrosas a las que puedes jugar cuando inviertes. Claro, puedes tener suerte una o dos veces, pero en algún momento terminará vendiendo antes de una fuerte subida, o comprando antes de una gran caída.
A menos que tenga un enfoque basado en reglas que siga en el infierno o en la euforia, una estrategia extrema como esta hará que cometa un gran error en el peor momento posible.
La forma más simple de venta se produce cuando tiene en mente una asignación de activos objetivo y reequilibra religiosamente sus pesos objetivo en una fecha establecida, o en un umbral predeterminado.
Después de que las acciones subieran más del 30% en 2019, eso habría resultado en la venta de algunas de sus acciones para comprar más bonos, efectivo u otras inversiones después de un gran aumento en los precios. Y después de que las acciones cayeran más del 30% en la primavera y los bonos actuaron como lastre para una cartera diversificada, eso habría significado vender parte de sus ingresos fijos y comprar más acciones. Ahora que las existencias han subido un 40% ... te haces una idea.
El momento de un reequilibrio de cartera nunca será perfecto, pero la configuración de una asignación de activos específica que tenga en cuenta su disposición, capacidad y necesidad de correr el riesgo elimina la tentación de ir con todo o nada de acuerdo con sus instintos intestinales y vender según un plan establecido.