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Las tecnológicas vuelan en 2023. Tras mercado bajista de 2022, el sector ha levantado cabeza gracias, en gran medida, al 'boom' de la inteligencia artificial (IA). El FANG+ Index, selectivo que mide el rendimiento de 10 de las más importantes tecnológicas, se ha disparado un 76% en lo que va de año, mientras que el Nasdaq Composite acumula una rentabilidad positiva de más del 30%. Además, se han alcanzado algunos hitos como los 3 billones de capitalización bursátil de Apple, la primera en la historia, o el billón de dólares de Nvidia.

Con todo, un observador del mercado con cierta experiencia pensaría que esta situación junta todos los ingredientes para crear una fuerte corrección de los precios. ¿Acaso la agresiva subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales no amenaza las elevadas valoraciones bursátiles? ¿Puede la pandemia haber acelerado las tendencias de la tecnología de consumo hasta el punto de la saturación? Para los expertos de J. Safra Sarasin Sustainable AM (JSS SAM), la respuesta es un sonoro y rotundo no.

"Creemos que el sector tecnológico tiene potencial para crecer aún más. La tecnología está impulsando casi todas las tendencias estructurales, como la transición ecológica, la inteligencia artificial y la digitalización, mientras que tecnologías emergentes como la IA generativa y la computación cuántica se perfilan en el horizonte", destaca el equipo de analistas liderado por Tomasz Godziek, responsable de renta variable temática de la gestora suiza.

IA: EL "MOMENTO iPHONE'

Uno de los factores que impulsarán este "superciclo" de los valores tecnológicos es, como ya se ha podido ver este último trimestre, la inteligencia artificial, especialmente la generativa. El meteórico ascenso de ChatGPT (OpenAI) ha iniciado una serie de eventos que han permitido que esta tecnología de décadas de antigüedad haya alcanzado cotas de innovación imposibles de prever hace tan solo un año.

Y es que este chatbot, que fue lanzado en noviembre de 2022, batió el récord de la base de usuarios de más rápido crecimiento, atrayendo a 100 millones de usuarios en apenas dos meses, mucho más rápido que otras aplicaciones como TikTok, que tardó nueve meses en alcanzar la misma base de usuarios. En respuesta a este rápido desarrollo, gigantes tecnológicos como Microsoft, que ha invertido miles de millones en OpenAI, Alphabet (Google) o Baidu (el llamado "Google chino") han anunciado planes para integrar la IA generativa en sus productos, disparando también un frenesí inversor en esta tecnología y soluciones similares.

Muchos sectores, desde la sanidad a la automoción, ya han adoptado con éxito la IA, estimulando la innovación y mejorando la eficiencia. En el campo de la imagen médica, explican los expertos de JSS SAM, la IA puede "detectar cánceres que los médicos pasan por alto". También puede reducir "en más de un 50%" los tiempos de lectura en resonancia magnética médica. "Esta convergencia no es más que el principio del potencial de la inteligencia artificial", apuntan desde la firma helvética.

Para estos expertos, el sector está en lo que se ha denominado como "momento iPhone". Dicho de otro modo, el mercado está en un momento en el que una tecnología, que ni siquiera tiene por qué ser nueva (el iPhone no fue el primer teléfono inteligente), cambia las reglas del juego. El 29 de junio de 2007, día en el que Steve Jobs presentó al mundo el primer iPhone, poca gente podría haber previsto todo lo que vendría después, como los cambios que se produjeron en nuestra forma de relacionarnos o de trabajar.

Para Rowan Curran, analista de IA de Forrester, el iPhone y el lanzamiento de la App Store en 2008 hizo que la gente se diese cuenta "de que podíamos tener un ordenador de mano que era básicamente como tener un tricorder de Star Trek en la mano, una cosa con montones de sensores y capacidades". "Creo que lo realmente único es que tenemos una tecnología que es útil hoy en día, que avanza muy rápidamente y sobre la que todos estamos aprendiendo en tiempo real, tanto sobre cómo utilizarla como sobre cómo evitar que se utilice de forma negativa", explica este experto.

En este contexto, aunque todavía no está claro cómo evolucionará esta tecnología, los analistas empiezan a ver algunas tendencias que serán importantes en su desarrollo. "Está claro que las empresas de infraestructuras, semiconductores e hiperescaladores, que hacen posible esta tecnología son las ganadoras absolutas. Por ejemplo, las GPU de Nvidia son cruciales para entrenar modelos de inteligencia artificial, mientras que el software EDA (automatización del diseño electrónico) de Synopsys permite diseñar chips avanzados", señala Godziek.

Por otro lado, el experto de JSS SAM destaca que las empresas de software e Internet de consumo que integren con éxito esta tecnología en sus productos "crearán valor para sus clientes y para ellas mismas". "Github CoPilot, por ejemplo, ayuda a los desarrolladores a codificar más rápido y mejor, y la herramienta de IA generativa de ServiceNow ayudará a los usuarios a crear automatizaciones de flujos de trabajo mucho más fácilmente", agrega.

No obstante, para que alguien gane, tiene que haber alguien que pierda. Por ejemplo, a principios de mayo de 2023, Chegg, una empresa tecnológica que proporciona materiales de estudio online, vio cómo el precio de sus acciones caía a la mitad cuando la competencia de ChatGPT empezó a perjudicar sus ventas. En lo que va de año, el valor ha perdido un 60% en bolsa.

Sin embargo, no todos los analistas creen que esta tecnología se encuentre en este momento. Para Steen Jakobsen, director de inversiones de Saxo Bank, el mercado "se está adelantando a la hora de seleccionar a los ganadores".

"Las valoraciones actuales ya están descontando demasiado de las ganancias futuras a largo plazo que se pueden obtener. No tenemos la capacidad de cronometrar y proyectar hacia dónde se dirigen los mercados, pero sí de reconocer cuándo se está formando una burbuja y cuándo los datos no apoyan la narrativa. Esta burbuja, y todas las burbujas, se aceleran cuando los fundamentos no apoyan la narrativa", sentencia Jakobsen.

LA TECNOLOGÍA ACELERA

Por otro lado, desde JSS SAM creen que hay "diversas tendencias a largo plazo" que están "acelerando" la demanda de la tecnología. Una de ellas, quizás la más capital de todas, es la transición ecológica y la necesidad de abordar la crisis climática y medioambiental.

"Sin tecnología, no habrá agricultura inteligente ni soluciones de redes energéticas inteligentes, y no sería posible capturar y almacenar las emisiones de carbono. Las empresas que ofrecen soluciones tecnológicas para la transición ecológica están preparadas para beneficiarse de este cambio masivo", señalan desde la gestora suiza.

Entre algunos de los muchos valores que se pueden beneficiar de las inversiones milmillonarias de gobiernos y otras empresas se encuentra el fabricante de semiconductores STMicroelectronics, que indicó durante su convocatoria de resultados del primer trimestre de 2023 que las aplicaciones de energías renovables y las soluciones multiproducto para aplicaciones de redes inteligentes estaban creciendo con fuerza.

Del mismo modo, dado que la transición energética mundial aumentará significativamente la demanda de minerales (un coche eléctrico típico requiere seis veces más minerales que un coche convencional), las empresas de maquinaria pesada y equipos de minería como Metso Outotec se beneficiarán también de estas inversiones verdes.

Por otro lado, la ciberseguridad es otro problema muy importante al que hacer frente. Nuestra creciente dependencia de la tecnología para comunicarnos y tener una vida más cómoda, los riesgos relacionados con la ciberdelincuencia o las interrupciones de estas infraestructuras críticas también aumentan. Y en esto, la propia tecnología y la inteligencia artificial tienen mucho que decir.

Y es que, si bien se prevé que la ciberdelincuencia cueste la asombrosa cifra de 8 billones de dólares en 2023, lo que la convertiría en la tercera mayor economía del mundo, con el riesgo vienen las oportunidades: se estima que el mercado global de software de ciberseguridad crezca a una tasa compuesta anual del 12% hasta alcanzar los 137.000 millones de dólares en 2026. "Empresas como Palo Alto Networks están a la vanguardia del suministro de soluciones de ciberseguridad de vanguardia, desde cortafuegos hasta seguridad de red y en la nube", apuntan desde JSS SAM.

"La tecnología seguirá impulsando el progreso y la productividad en muchos sectores, acelerando la transformación digital y cambiando los modelos y procesos empresariales. Aunque surgirán nuevas tecnologías que crearán nuevas oportunidades de inversión, no todas las empresas tecnológicas se beneficiarán por igual. Los inversores deben ser selectivos y astutos. Con la investigación y el análisis adecuados, los inversores podrían invertir en los ganadores del mañana y disfrutar de una buena rentabilidad a largo plazo", concluyen desde la firma suiza.

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