Récords y divergencias al empezar los resultados

Juan Carlos Ureta Domingo, presidente ejecutivo Renta 4 Banco

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 15 jul, 2019 18:30
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La Fed ha vuelto a ser la protagonista absoluta en una semana en la que ha habido un antes y un después de la comparecencia de su presidente, Jerome Powell, ante el Congreso, y en la que las Bolsas americanas, impulsadas precisamente por esa comparecencia, han vuelto a batir sus récords históricos de todos los tiempos, frente a un comportamiento mucho más discreto del resto de las Bolsas mundiales.

Powell exhibió el pasado miércoles su discurso más "dovish" ante el Congreso americano, con un estilo y una verbalización que recuerdan mucho las formas de su homólogo europeo, Mario Draghi, y el resultado fue que el S&P superó ese mismo día los 3.000 puntos, por primera vez en su historia, y el Dow Jones hizo lo propio al día siguiente al superar los 27.000 puntos, también por primera vez en su historia.

Al final, el Dow ha subido el 1,5% en la semana, el Nasdaq el 1% y el S&P el 0,8%, batiendo los tres sus máximos anteriores, pero el Eurostoxx ha caído el 0,8% en la semana, el Dax casi el 2%, el Nikkei el 0,3%, el Shanghai Composite el 2,7% y el MSCI de emergentes en dólares el 0,9%, apareciendo de nuevo las divergencias que ya vimos el pasado verano, cuando las Bolsas emergentes caían en mercado "bajista" al recortar un 20% desde máximos, y las europeas estaban básicamente estancadas, mientras los índices americanos alcanzaban máximos día tras día.

La importancia del discurso de Powell, que coincidió con la publicación de las actas de la última reunión de la Fed en las que quedaba claro que la mayoría de sus miembros están decididos a bajar tipos en julio, no es que ratifique esa próxima bajada de los intereses, algo ya descontado por los mercados, sino que confirma un escenario muy largo de tipos de interés extremadamente bajos. Tan largo que muchos comienzan a considerarlo estructural. Y si estructuralmente los tipos son muy bajos, casi cero o incluso negativos lo que sucede es que cambian los parámetros de valoración de los activos reales y de la renta variable.

Los Bancos Centrales, con el giro dado en 2019, han convencido a los inversores de que el escenario no es "lower for longer" (tipos bajos durante más tiempo) sino "lower forever" (tipos bajos permanentes, para siempre) y eso ya es otra cosa. No se trata de medidas de choque, pasajeras, sino de algo más. En un entorno de tipos bajos eternos, y con dinero abundante garantizado, las Bolsas y los restantes activos valen mucho más. Sobre todo si, como está sucediendo, este escenario se produce en una economía como la norteamericana que tiene un desempleo del 3,6% y que aparentemente va bien. Si unimos el "whatever it takes" con el "forever" estamos en el nuevo mundo de los tipos bajos para siempre y pase lo que pase en la economía. (Leer más)

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