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Los empleados de base de la banca, la 'tropa' del sector, están de enhorabuena. El nuevo paquete de requisitos para los bancos de la Comisión Europea exime a los trabajadores con un variable inferior a 50.000 euros anuales (o a las entidades con menos de 5.000 millones de balance) de la obligación de cobrar esta retribución en acciones y de forma diferida en varios años; es decir, podrán percibirla en efectivo y de golpe.

Este paquete fue aprobado por los Estados miembros de la UE en mayo e incluye varias reformas de las directivas de requisitos de capital o de resolución bancaria. Y entre ellas se incluyen estas excepciones a los requisitos de pago de la retribución variable que establecían dichas normas.

Por regla general, la Comisión prohíbe a las entidades financieras pagar el bonus en efectivo y en el mismo ejercicio; debe hacerse en acciones y con diferimiento plurianual. Estas obligaciones pretenden evitar la repetición de los excesos que dieron lugar a la crisis financiera, cuando la obtención de enormes bonus a corto plazo llevó a muchos banqueros a asumir riesgos excesivos que desembocaron en el desastre.

Por eso, se limitó estos variables (salvo excepciones, no pueden duplicar el salario fijo), se estableció su diferimiento (para que se liguen a objetivos de medio y largo plazo) y se impuso que se cobraran en acciones (para alinear los objetivos de los directivos con los de los accionistas, los dueños de las entidades).

Estas normas permitían excepciones para las entidades más pequeñas y menos complejas, donde estos requisitos son imposibles de aplicar, así como para el personal con una remuneración más baja. Sin embargo, estas excepciones se han interpretado de forma dispar por los diferentes Estados miembros, por lo que ahora la Comisión ha decidido establecer un criterio único: unos activos inferiores a 5.000 millones en el caso de las entidades y una variable inferior a 50.000 euros anuales en el de los empleados.

LOS POLÉMICOS REQUISITOS DE SOLVENCIA

La parte más conocida de este paquete normativo es la referida a los requisitos de solvencia de la banca, como por ejemplo los relacionados con la cobertura de los préstamos morosos. Unos requisitos que están obligando a las entidades a emitir nuevos tipos de deuda y de instrumentos híbridos (parecidos a las preferentes y a la deuda subordinada), que en algunos casos están colocando incluso a sus clientes minoristas de la red de oficinas, como ha alertado Bolsamanía.

Dichos requisitos de capital, cada vez mayores, y la incesante presión de los supervisores han indignado al sector en un momento en que los márgenes y la rentabilidad están en mínimos por culpa de los tipos de interés negativos (y que van a seguir así más tiempo de lo que nadie esperaba). De ahí que voces como la del presidente de CaixaBank hayan criticado al BCE por esta presión, que entiende que no es homogénea en los diferentes países.

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