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Mario DraghiRoni Rekomaa/Lehtikuva/dpa

La crisis política del verano ya está aquí, y como no podría ser de otra forma, está protagonizada por Italia. La dimisión de Mario Draghi como primer ministro, que ha sido rechazada por el presidente Sergio Mattarella, ha eclipsado el torbellino que desató hace unos días en Reino Unido otra dimisión, la de Boris Johnson. La estabilidad política italiana se ve ahora amenazada, y la incertidumbre vuelve a planear sobre los mercados ante un escenario que no por ser ya de sobra conocido, es menos temido. ¿Qué opciones tiene ahora el país para salir adelante sufriendo el menor daño posible?

Son muchos los analistas que han valorado la situación de Italia tras lo acontecido en los últimos días. Recordemos que Draghi presentó su renuncia tras no lograr el apoyo de uno de los partidos de la coalición del Gobierno, el Movimiento 5 Estrellas (M5S) al paquete de medidas económicas de 26.000 millones de euros que se lanzó para ayudar a los italianos a hacer frente a la inflación, y que en la práctica se había convertido en una moción de confianza. Salió adelante por 172-39, pero el expresidente del Banco Central Europeo (BCE) ya había dicho en repetidas ocasiones que dimitiría si no lograba el apoyo total de la coalición.

No obstante, no ha podido porque Mattarella no se lo ha permitido. A cambio, le ha invitado a volver al Parlamento (irá el miércoles) a buscar los apoyos necesarios para seguir, como tecnócrata, al frente del Ejecutivo o valorar qué posibilidades tiene, dependiendo de cómo respiren los partidos. Estas son las opciones que hay ahora sobre la mesa, según el análisis de los expertos, aunque a priori ninguna parece buena para Italia en estos momentos, ya que necesita mantener la cohesión en la política fiscal y en la respuesta a la guerra de Rusia en Ucrania:

1. Elecciones anticipadas

Si al final Draghi, por los motivos que sea, decide que su dimisión es definitiva, Italia podría ir a elecciones anticipadas. "Todas las opciones son igualmente probables, lo que significa que una votación anticipada es una posibilidad real", afirman los estrategas de Bank of America (BofA). "Un colapso del Gobierno provocado por la dimisión de Draghi podría iniciar este proceso tan pronto como la próxima semana", remarcan.

Los expertos de Julius Baer señalan, por su parte, que tienen que pasar al menos 45 días desde que se disuelva el Parlamento para poder celebrar los comicios. Lo normal es que se lleven a cabo entre 50 y 70 días después, afirma BofA, por lo que gana enteros, en caso de que este sea el escenario al que se dirige Italia, la posibilidad de que sean en unos 60 días. Es decir, se celebrarían entre finales de septiembre y principios de octubre, destacan los expertos del banco estadounidense, que creen que eso chocaría con la elaboración de los Presupuestos y añadiría aún más incertidumbre.

"Unas elecciones anticipadas supondrían un importante riesgo a la baja para el crecimiento y también implicarían una importante tensión financiera", remarca JP Morgan, que cree que este escenario es "un riesgo considerable" al que otorga "una probabilidad del 40%".

2. Nueva mayoría que apoye a un Gobierno de prórroga

En caso de que Draghi no sobreviva al voto de confianza del miércoles, el presidente Mattarella seguirá buscando la formación de un nuevo gobierno durante unas dos semanas. Este sería el caso si, por ejemplo, se logra una mayoría formada únicamente por los partidos de centro-derecha y el Partido Democrático (PD). No obstante, apunta BofA, esta opción "parece difícil de justificar ante los votantes del PD".

Según TD Securities, este escenario representa "un resultado menos probable", pero no por ello se puede descartar al 100%. Como dicen los expertos del banco de inversión canadiense, "si Draghi insiste en dimitir y los partidos no quieren elecciones (algo probable dado el gran cambio en las encuestas desde los últimos comicios de 2018, que podría motivar a muchas formaciones para evitar las elecciones), entonces podría ponerse en marcha un gobierno tecnócrata hasta las elecciones de primavera".

JP Morgan, por su parte, otorga una "probabilidad residual del 10%" a la opción de Gobierno tecnocrático de transición, mientras que en MFS Investment Management ven "plausible" esta posibilidad, tanto como que Draghi siga como primer ministro.

3. Otro gobierno dirigido por Draghi

Tomando al pie de la letra las palabras del propio Draghi, este escenario sería improbable. Dijo que él no lideraría ningún Gobierno alternativo respaldado por una mayoría diferente, pero dada la situación actual, los expertos consideran que es una posibilidad a tener en cuenta. Tanto es así que los analistas de JP Morgan mantienen su línea de base de que Draghi seguirá siendo primer ministro, una opción a la que atribuyen "una probabilidad del 50%".

Y remarcan que volverá al Parlamento el próximo miércoles para "comprobar si sigue existiendo una mayoría (la misma o una diferente)" que permita aguantar hasta que toque celebrar elecciones. "En la práctica, habrá una nueva votación de confianza que obligará a todos los partidos a afrontar las consecuencias de sus decisiones", apuntan desde el banco estadounidense.

"Draghi podría aceptar seguir al frente del Gobierno si en el voto de confianza obtiene el pleno apoyo de todos los partidos de la mayoría y se garantiza la gobernabilidad, dadas las delicadas circunstancias externas", remarcan por su parte los analistas de Barclays.

En TD Securities recuerdan que las votaciones de confianza son "algo frecuente en Italia, que ha visto 66 gobiernos desde 1945, pero solo ha tenido 18 elecciones generales". Además, remarcan que, de hecho, el órdago de la dimisión es una "apuesta política de Draghi que probablemente dará sus frutos y reforzará su liderazgo hasta las elecciones de la próxima primavera, dándole un fuerte mandato para imponer nuevas reformas fiscales".

CONSECUENCIAS ECONÓMICAS

Lo cierto es que todos los expertos coinciden al señalar que esta crisis política no hace más que añadir incertidumbre a la tercera economía de la zona euro en uno de los peores momentos. Los estrategas de Scope Ratings lo definen así: "El aumento de la volatilidad política en Italia es negativo desde el punto de vista crediticio si se traduce en un período prolongado de incertidumbre que impida a un Gobierno -con o sin el primer ministro Mario Draghi- gestionar la actual crisis energética y del gas, garantizar el cumplimiento de los objetivos fiscales de acuerdo con la consolidación gradual prevista y seguir aplicando las reformas a las que están condicionados los fondos del plan Próxima Generación de la UE. Esto es fundamental para elevar el potencial de crecimiento del país a medio plazo y garantizar así la sostenibilidad de la deuda pública italiana", comentan.

También coinciden todos los analistas al afirmar que es muy probable que la crisis política italiana complique el proceso de toma de decisiones del BCE en relación con su instrumento de lucha contra la fragmentación. Según comentan desde Rabobank, los recientes acontecimientos políticos "podrían frenar el desarrollo de la herramienta, provocando retrasos o el lanzamiento de una versión diluida". Al fin y al cabo, apuntan, "los halcones del BCE utilizarán este ejemplo para advertir de las condiciones demasiado laxas o de las normas de activación que se activarían con demasiada facilidad".

Y al mismo tiempo, opinan, "la presencia continua del BCE en los mercados de bonos -si no activamente, al menos a través de "amenazas" de compras- disminuye claramente la capacidad del mercado para disciplinar al Gobierno italiano".

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