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No hay motivos para que se deteriore la imagen de Andorra por los flecos de la crisis de BPA. El ministro de Finanzas del Principado, Jordi Cinca, así lo cree: “Hubo un evento, lo hemos gestionado y la vida sigue. No hay motivo para que se nos deteriore la imagen a medida que haya nuevas noticias”.

Durante un desayuno sobre la banca andorrana organizado por Andorran Banking, Cinca ha mostrado la satisfacción de su Gobierno por la resolución de la crisis de Banca Privada de Andorra (BPA), que fue intervenida hace más de tres años tras una denuncia del Departamento de Justicia de Estados Unidos por blanqueo de capitales. En el marco de esta intervención, el Banco de España hizo lo propio con Banco Madrid, filial de la andorrana.

Cinca ha explicado que el Ejecutivo actuó “diligentemente”. Además, lo hizo “con cierta celeridad”, pues la ley de reestructuración de entidades bancarias se puso en marcha solamente tres semanas después de que se produjera la intervención. Así, el Parlamento andorrano adelantó la trasposición de la Directiva europea que establecía un marco para la resolución de bancos.

Para el ministro de Finanzas de Andorra, la intervención de BPA se llevó a cabo sin coste para el estado y los clientes que se pasaron a Vall Banc, la entidad que se creó con sus activos sanos, recuperaron sus depósitos “sin ningún tipo de quita”, algo que no habría ocurrido si hubiera tenido lugar una liquidación. Además, en la “entidad buena”, como se refiere Cinca a Vall Banc, “persisten la entidad y los lugares de trabajo”, pues “la inmensa mayoría de los trabajadores de BPA son de Vall Banc”.

“OJALÁ NO HUBIERA PASADO”

“Podemos estar satisfechos de cómo se ha desarrollado el proceso”, ha apuntado Cinca, aunque ha añadido: “Ojalá no hubiera pasado”. Según estima, quedan doce o trece procesos judiciales abiertos en relación con BPA “que van a llevar años”. “Vamos a tener que vivir con todo eso”, ha advertido.

BPA fue la entidad que regularizó el dinero de la familia Pujol en el marco de la amnistía fiscal promovida por el entonces ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. En marzo de 2015, la Fiscalía Anticorrupción abrió diligencias contra Oleguer Pujol, hijo del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, por supuesto blanqueo de capital a través de millonarias inversiones inmobiliarias.

Tres meses después de la intervención de BPA nació Vall Banc, entidad que aglutina los activos sanos de la entidad andorrana. Menos de un año más tarde, este banco fue vendido al fondo norteamericano J. C. Flowers, que pagó por él 29 millones de euros.

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