• El banco estadounidense ha elevado de manera importante sus anteriores previsiones
  • Una de las claves es el aumento previsto en la demanda de crudo destilado medio
  • Goldman Sachs afirma que la demanda superará a la oferta en los próximos meses
iran, petroleo

La época del petróleo barato ha terminado. Así lo anticipan los expertos del banco estadounidense Morgan Stanley, que han aumentado de manera considerable sus previsiones para el crudo Brent, referencia para los mercados europeos, durante el periodo 2018-2020.

En concreto, Morgan Stanley ha elevado su estimación para el Brent hasta 77,50 dólares al final de 2018, frente a su anterior previsión de 72,50 dólares. Aunque la subida más importante corresponde a los ejercicios 2019 y 2020.

Si anteriormente estos expertos esperaban un precio del Brent en 65 dólares para esos dos años, ahora anticipan una subida hasta 80-85 dólares durante 2019 y hasta 90 dólares durante 2020. Unas estimaciones que ya se han quedado algo cortas, porque el Brent superó este miércoles los 80 dólares por barril.

En el caso del barril West Texas, referencia para el mercado estadounidense, ha aumentado su previsión hasta 73-75 dólares para 2019 desde 62 dólares y hasta 83 dólares para 2020 desde 62 dólares.

Los expertos del banco norteamericano destacan que los inventarios de destilados medios se acercan a mínimos de 5 años a medida que aumenta de manera importante la demanda. Desde 2011, la demanda de destilados medios (diesel y combustible para aviones), ha aumentado a una tasa anual de 0,6 millones de barriles diarios y se ha acelerado en los últimos trimestres hasta 0,8 millones.

Por otra parte, Morgan Stanley menciona las nuevas exigencias de la Organización Marítima Internacional (IMO, por sus siglas en inglés). La estrategia inicial de la IMO concibe por primera vez una reducción en el total de las emisiones de gases de efecto invernadero provocados por el transporte marítimo internacional de al menos el 50% en 2050 (comparado con los niveles de 2008), al mismo tiempo que se persigue eliminarlas por completo.

A corto plazo, estos analistas estiman que las nuevas normas de la IMO obligarán a las compañías navieras a cambiar su demanda hacia combustibles con bajo contenido de azufre, lo que aumentará la demanda de destilados medios en 1,5 millones de barriles anuales.

Al tener en cuenta estas tendencias, la oferta de crudo debería aumentar en 5,7 millones de barriles diarios hasta 2020, "y es improbable que esto sea alcanzado", afirma Morgan Stanley. "Vemos que la producción global repuntará nuevamente, pero que no alcanzará ese nivel, que tan sólo ha sido conseguido una vez desde 1984 en un periodo de tres años", añade.

En este escenario, estos expertos esperan que el precio del Brent se mantenga en niveles de 90 dólares durante los próximos años, siempre que la economía mundial mantenga su ritmo de expansión actual. Precisamente, este es uno de los principales riesgos para esta previsión.

"La fase actual de expansión económica ya es inusualmente larga. Una recesión probablemente significaría que estamos exagerando el crecimiento de la demanda de crudo destilado", afirman.

FUERTE REPUNTE DEL CRUDO EN LO QUE VA DE AÑO

El petróleo está siendo uno de los protagonistas en lo que va de año, debido a que está marcando máximos de los últimos cuatro años, tras cotizar durante 2017 en precios bajos. Por ejemplo, el barril Brent marcó un mínimo el año pasado en 47,17 dólares el pasado 22 de junio, y este miércoles superó los 80 dólares.

Una subida del 70% en menos de doce meses que ha superado casi todas las expectativas, aunque por ejemplo los expertos de Credit Suisse ya anticipaban un petróleo más caro de lo que esperaba el consenso de mercado en el ejercicio actual a finales del año pasado.

Estos analistas mencionaban varios factores a tener en cuenta: el interés de Arabia Saudí por mantener el precio elevado tras perder la batalla con los productores de petróleo no convencional de EEUU y también para obtener una mejor valoración de Aramco, su holding petrolero, de cara a su salida a bolsa.

Además, la menor producción de la OPEP, combinada con los menores inventarios mundiales y el crecimiento económico global son otras razones para explicar la importante subida del petróleo en los últimos once meses. Además, la ruptura del pacto nuclear con Irán por parte de EEUU hace temer al mercado una reducción de las exportaciones iraníes de crudo, lo que también está presionando al alza al 'oro negro'.

GOLDMAN TAMBIÉN ES ALCISTA

Desde Goldman Sachs, también han elevado su previsión para el precio del petróleo y afirman que "tiene más recorrido" al alza. "Los fundamentales del petróleo son ahora más alcistas, ya que la demanda sólida afronta problemas de suministro", afirman desde el influyente banco de inversión.

En su opinión, el mercado está infravalorando el potencial alcista de las materias primas, incluyendo el crudo. "Las dudas sobre el crecimiento global serán temporales y la demanda seguirá siendo sólida. Y la OPEP nunca ha sido capaz de atender el crecimiento de la demanda de final de ciclo para reponer los inventarios antes de que ocurra una recesión".

En su opinión, aunque el crecimiento global se rebaje hasta el 2,4%, esto simplemente provocaría un equilibrio entre oferta y demanda. Para Goldman, aunque las exportaciones iraníes sólo se reduzcan en 200.000/300.000 barriles diarios, los problemas de producción de Angola y Venezuela serán suficientes para provocar un déficit de oferta de 1 millón de barriles diarios en verano, que no podrán ser equilibrados con la producción de EEUU.

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