• Los recortes de la OPEP y la producción en EEUU serán los factores clave
  • También los intereses de Arabia Saudí y los acontecimientos geopolíticos

El precio del petróleo ha rebotado casi un 50% desde su mínimo anual y ha vuelto a demostrar que se trata de una de las variables más difíciles de predecir para el consenso del mercado. De cara a 2018, volverá a ser uno de los factores que los inversores deberán tener en cuenta, sobre todo por esa dificultar a la hora de prever su comportamiento.

Cuando muchos analistas habían anticipado un comportamiento discreto del 'oro negro' hasta final de año, la materia prima ha vuelto a contradecir la opinión mayoritaria y ha marcado máximos desde junio de 2015 (en el caso del petróleo Brent, la referencia en Europa), tras rebotar casi un 50% desde los mínimos de junio. En el acumulado del año, se ha encarecido un 14,5%. Esto, a su vez, ha obligado a los expertos a elevar sus previsiones para el próximo ejercicio.

Tras oscilar entre los 46 y los 66 dólares durante el año, los expertos de Goldman Sachs han elevado su estimación para el Brent el próximo año hasta los 62 dólares por barril desde los 58 dólares anteriores. En su opinión, el compromiso de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de mantener los recortes hasta final de 2018 será un soporte para los precios.

Además, comentan que un ajuste excesivo de la oferta por parte de la OPEP o un rebote inesperado de la demanda mundial de crudo, o alguna interrupción inesperada de la demanda son factores que pueden presionar al alza la cotización del crudo en los próximos meses. Por ahora, afronta la recta final del año en los 63 dólares.

Las exportaciones de crudo de EEUU están alterando las reglas históricas en lo que se refiere a la logística y el movimiento físico del petróleo global

En la misma línea, los analistas de RBC Capital han aumentado su estimación de precio medio para el barril Brent en 2018 hasta los 62,30 dólares por barril desde los 55,5 dólares. “El mercado alcanzará un equilibrio entre oferta y demanda el próximo año”, afirman.

Entre los riesgos a la baja para su previsión, destacan la producción de petróleo no convencional en EEUU ('shale oil'), uno de los factores fundamentales para analizar el precio del crudo en los próximos años. “Los barriles de EEUU nunca habían competido fuera del Golfo de México, pero el boom de producción estadounidense tiene amplias implicaciones a la hora de pensar en el futuro del comercio global de crudo”, afirman estos expertos.

En su opinión, “pese a que durante años la OPEP ha dominado el mercado asiático, ya no se beneficia de una ventaja local. Las exportaciones de crudo de EEUU están alterando las reglas históricas en lo que se refiere a la logística y el movimiento físico del petróleo global”.

Desde la firma Jefferies, también han elevado su previsión sobre el crudo Brent hasta 63 dólares para 2018 desde los anteriores 57 dólares por barril. “La acción de la OPEP y una mayor demanda en China deberían mantener infrasuministrado el mercado durante 2018 y los inventarios caerán hasta mínimos de cinco años en el tercer trimestre”, afirman estos analistas.

LAS PREVISIONES DE LA OPEP

La OPEP, formada por Angola, Arabia Saudí, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irak, Kuwait, Nigeria, Qatar, Irán, Libia y Venezuela, espera que, hasta 2022, la demanda mundial de crudo aumente a un ritmo medio de 1,2 millones de barriles anuales, hasta un total de 102,3 millones de barriles.

La OPEP espera que el equilibrio entre oferta y demanda llegue al mercado a final de 2018, justo cuando finalizan sus recortes de producción

Aunque para 2018, la OPEP ha anticipado un repunte de la demanda de 1,51 millones de barriles (+1,56%), hasta 98,45 millones de barriles, gracias sobre todo a las economías emergentes. En relación a los comentarios de RBC, uno de los cambios más importantes que anticipa la OPEP en el comercio mundial de crudo hasta 2020 es el aumento de las exportaciones de EEUU y Canadá al resto del mundo.

Entre las principales incertidumbres para la demanda de crudo a largo plazo, hasta 2040, figuran el comportamiento de la economía global, la penetración de los coches eléctricos, el desarrollo de medidas de eficiencia energética a escala planetaria y el impulso de las energías renovables a nivel mundial.

El cártel tiene previsto mantener su oferta de crudo en 33,2 millones de barriles diarios durante 2018. “Combinado con los continuos esfuerzos de la OPEP y países externos para dar estabilidad al mercado, esto debería reducir aún más el exceso global de inventarios y alcanzar un mercado equilibrado a final de 2018”, afirma la organización.

A escala global, la oferta externa a la OPEP aumentará en casi 1 millón de barriles diarios, hasta 58,81 millones. La OPEP también contabiliza en sus cálculos sobre la oferta mundial una producción adicional propia de 6,5 millones de barriles de gas natural licuado.

LAS ESTIMACIONES DE LA IEA

Por su parte, la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés) señala que el precio medio del Brent va camino de cerrar 2017 en 54 dólares, un aumento del 20% respecto a 2016. Entre sus previsiones, la IEA asume que la producción de la OPEP y de 10 países externos liderados por Rusia permanecerá plana, mientras la demanda mundial crecerá en 1,3 millones de barriles diarios.

Al contrario que la OPEP, la IEA afirma que la subida de producción en EEUU puede contrarrestar los recortes del cártel y hacer inútiles sus esfuerzos

Sin embargo, la IEA también tiene en cuenta que la producción en Estados Unidos aumentó en septiembre a un ritmo de casi 300.000 barriles diarios, hasta casi 9,5 millones de barriles, la mayor cifra desde abril de 2015 y 928.000 barriles más que hace un año.

“Los datos preliminares sugieren que la producción de EEUU aumentó aún más a principios de diciembre”, afirma la IEA. “Además, la actividad de perforación ha repuntado, lo que sugiere más producción durante los próximos meses”. En este escenario, el organismo ha aumentado su previsión de producción en EEUU en 870.000 barriles diarios para 2018.

En total, su previsión para los países productores que no actúan con la OPEP es una subida de 1,6 millones de barriles en la producción para 2018. Por tanto, su previsión para 2018 difiere bastante de la estimación de la OPEP de un mercado equilibrado.

El crecimiento de la oferta puede exceder al de la demanda”, afirma la IEA. En su opinión, es complicado que los inventarios se reduzcan en 500.000 barriles diarios durante 2018, tal y como ha sucedido en 2017.

LOS IMPREVISTOS

Aunque estas previsiones sobre la oferta y la demanda entre la OPEP y la IEA difieran en algunos aspectos, hay otros factores más difíciles de calibrar y cuyo efecto sobre los precios es incierto. Recientemente, los problemas en un importante oleoducto del Mar del Norte por donde circulaban diariamente 400.000 barriles diarios provocó una subida repentina del crudo Brent, que esa jornada marcó máximos anuales, aunque posteriormente se giró a la baja.

En la escena internacional, los interminables problemas de Venezuela han provocado que su producción de crudo toque mínimos de las últimas décadas. En Libia, la producción se mantiene firme, pese al caos político que impera en el país africano. Por el momento, las amenazas de Donald Trump a Irán no se han traducido en sanciones internacionales a su producción, pero la tensión política en Oriente Medio permanece elevada.

Además, en relación a la OPEP, habrá que ver cuál es la estrategia de salida del cártel de cara a 2019 si finalmente opta por no extender sus recortes de producción. Por último, es necesario contar con la psicología de los 'traders' que operan con los futuros de esta materia prima y los razonamientos y movimientos especulativos que guían sus transacciones.

LOS INTERESES DE ARABIA SAUDÍ

Desde Credit Suisse, comentan que “el potencial alcista es limitado” desde los precios actuales de 63 dólares para el Brent, aunque añaden que la previsión del consenso de 59 dólares para 2018 les parece “demasiado cauta”.

Credit Suisse señala que los intereses de Arabia Saudí por mantener el precio del crudo en los niveles actuales puede ser un factor muy relevante durante 2018

Estos expertos mencionan otro factor geopolítico a tener en cuenta: el interés de Arabia Saudí por mantener el precio en los niveles actuales por varias razones. En primer lugar, los saudíes han perdido la batalla con los productores de petróleo no convencional de EEUU, que han demostrado su fortaleza pese a los bajos precios del crudo en los últimos años.

Además, Arabia Saudí está en la recta final para sacar a bolsa Aramco, la mayor empresa petrolera del mundo. Y cuanto más elevado sea el precio del crudo antes de la salida a bolsa, mejor valoración puede obtener Aramco. Por otro lado, el equilibrio presupuestario de Arabia Saudí se alcanza con un petróleo en 70 dólares.

Credit Suisse añade que “el príncipe heredero Mohámed Bin Salman necesita un mayor precio del crudo para implementar su plan estratégico Vision 2030”, por lo que Arabia Saudí hará todo lo posible para reducir los inventarios y mantener el petróleo al menos en los niveles actuales.

Al contrario que otros expertos, Credit Suisse afirma que el mercado da demasiada importancia al aumento de producción en EEUU. “Pensamos que el impacto del 'shale oil' en los precios ha sido exagerado”, afirman. Además, consideran que las petroleras a nivel mundial han paralizado inversiones por valor de 740.000 millones de dólares en el periodo 2015 – 2020, lo que provocará una tasa de menor producción en los actuales yacimientos.

Por último, Credit Suisse afirma que “los inventarios volverán a sus niveles normales en el tercer trimestre de 2018”. Su previsión es que “una combinación de factores”, como el fuerte crecimiento global, distorsiones en el suministro y los mencionados intereses de Arabia Saudí, “puedan enviar el precio del crudo” a niveles “significativamente más altos” a lo largo del próximo año.

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