Bolsamanía les invita un año más a votar al personaje del año. Como siempre ocurre en estos casos, hay muchos potenciales candidatos, y ni son todos los que están, ni están todos los que son. Pero todos ellos tienen méritos más que suficientes para alzarse con el galardón. Estos son los candidatos. Pasen y voten.
- Francisco González: dejó de ser presidente del BBVA el 1 de enero, pero el escándalo de la contratación del excomisario Villarejo le ha perseguido todo el año hasta arrinconarle. En la instrucción del sumario, la declaración de Antonio Béjar (exresponsable de riesgos e inmobiliaria) dio pie a la imputación de FG, y hasta el representante del propio banco le ha echado la culpa. Va a tenerlo muy difícil para evitar ser juzgado. Entremedias, declaró en el juicio de Bankia, donde explicó que BBVA intentó parar la salida a bolsa y acusó al Gobierno de Zapatero y al Banco de España de presionarle para que participara.
- Ignacio Sánchez-Galán: el presidente de Iberdrola ha sido el siguiente en verse implicado en el escándalo Villarejo, y ha repetido la estrategia fallida de defensa de FG: negar saber nada, una investigación interna interminable que no descubre nada y culpabilizar a sus subordinados, pese a que en estas empresas no se mueve un papel sin que lo sepa el presidente. Así que está llamado a ser protagonista en la Audiencia Nacional en 2020. Eso sí, a diferencia de González, Iberdrola sube casi un 40% en el año y está en zona de máximos históricos.
- Andrea Orcel: protagonista de la saga/fuga más delirante de la historia corporativa española. Ana Botín anunció su fichaje en septiembre del año pasado y en enero dio marcha atrás. Oficialmente porque el banquero italiano se había comprometido a que UBS rebajara el coste de su fichaje y no lo hizo; pero también es cierto que Orcel quería tener mando en plaza, algo muy osado en el imperio de los Botín. La cosa ha acabado en los tribunales con una demanda en la que pide 100 millones de indemnización al Santander.
- Mario Draghi/Christine Lagarde: el héroe que salvó el euro (y a España) con su mítico 'whatever it takes' en 2012 ha dejado la presidencia del BCE este año con todos los honores, pero con una grave división interna y, sobre todo, con los tipos en negativo -lo que ha hundido los márgenes de la banca- y sin ninguna estrategia para retirar los estímulos extraordinarios. Esa es la complicada tarea de su sucesora, que de momento está más interesada en que los países con margen para ello (España no) arrimen el hombro con políticas fiscales expansivas.
- José María Marín Quemada: el presidente de la CNMC ha revolucionado el sector energético al asumir las competencias sobre la regulación del gas y la electricidad proponiendo fuertes recortes a los ingresos de las empresas del sector para rebajar el recibo. Estas se han rebelado, han involucrado al Gobierno en su defensa y han conseguido que 'Marín Torquemada' suavice el hachazo. Pero la 'guerra del gas' no ha terminado.
- Mijail Fridman: el magnate ruso ha protagonizado la gran operación corporativa del año: el rescate de DIA de la quiebra, en el que ha puesto a la banca entre la espada y la pared y en el que ha contado con unas polémicas facilidades por parte de la CNMV, pero en el que también se ha gastado otros 500 millones. Eso sí, como siempre pasa en estos casos, los accionistas de la empresa lo han perdido casi todo.
- Javier Marín: el exconsejero delegado del Santander ha sido el gran protagonista de 2019 en la banca privada y gestión de activos. Tras la adquisición de SelfBank, ha revolucionado el sector con numerosos fichajes y con ambiciosos objetivos a medio plazo. Ha intentado acometer varias adquisiciones de campanillas, pero la inflación de precios provocadas por las compras de Mapfre y Mutua se lo han impedido. No obstante, a buen seguro volverá a intentarlo en 2020.