El problema no es que no esté ganando suficiente dinero. Es que alguien más que conoces está ganando más dinero que tú

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Capitalbolsa | 29 dic, 2021 12:48 - Actualizado: 09:23
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Miedo a perder el tren miedo, estar fuera de la partida o la psicología del mercado alcista FOMO - "El problema no es que no esté ganando suficiente dinero. Es que alguien más que conoces está ganando más dinero que tú", señalaThe Irrational Investor@position_trader.

Desde hace unos años está de moda este término. FOMO, acrónimo de “fear of missing out”, describe el miedo a perderse algo y es un fenómeno social relacionado estrechamente con la digitalización de nuestro mundo actual. Cada vez son más las personas que conocen este sentimiento, que se puede convertir en una verdadera carga psicológica. La expresión “fear of missing out” se viene utilizando desde hace unos años sobre todo en los medios de comunicación. En el habla cotidiana se escucha más bien entre los grupos de los más jóvenes. Y son los más jóvenes, lo que han irrumpido en el agua de las Bolsas", me dice uno de los estrategas de uno de los bancos de inversión, que añade el siguiente enlace, con la recomendación de que lo lean en términos de Bolsa

El FOMO tiene muchas caras y desencadenantes.

Actividades de amigos: a menudo guarda relación con las actividades que realizan los amigos y conocidos y en las que no se participa por el motivo que sea. Es cuando el miedo a ser excluido y a no gustar a aquellos que son importantes para uno/a mismo/a llama a la puerta.

Demasiadas posibilidades: FOMO también puede desencadenarse sin que nuestros amigos tengan algo que ver, sino, por ejemplo, por el hecho de contar con un amplio abanico de posibilidades para planear nuestro tiempo libre y, en principio, nuestra propia vida: ¿no tendría que haber ido mejor al otro concierto?, ¿no hubiera sido mejor decidirme por el otro trabajo?

Estar al día: otra causa de este miedo es el continuo flujo de noticias accesibles en cualquier momento con un simple toque sobre el teléfono. Es prácticamente imposible mantenerse actualizado las 24 horas del día. A pesar de ello, las personas que padecen FOMO lo intentan y pasan de una actualización a una página de noticias, y luego a la app de mensajería para no perderse ninguna tendencia, novedad u oportunidad.

El término FOMO apareció por primera vez en el nuevo milenio como consecuencia de la expansión de las redes sociales. Sin embargo, no es algo nuevo, pues se trata de un fenómeno tan antiguo como la propia humanidad. El miedo a desaprovechar la vida, a dejar pasar oportunidades o a tomar decisiones erróneas son cosas que el ser humano ya conocía desde siempre. Las redes sociales solamente han magnificado la intensidad y la frecuencia del “fear of missing out”.

Porque, gracias a Facebook, Instagram y cía., podemos echar un vistazo constantemente a la vida de los demás. Vemos a amigos con su recién estrenada familia, a conocidos que han dejado su trabajo y ahora viajan por el mundo, y al empresario en línea que con veintipocos ya tiene varios millones de euros en el banco. El escaparate digital nos induce continuamente a comparar nuestra vida con la de los demás.

De pronto nos parece que nuestra vida es aburrida, insípida y nos vemos a nosotros mismos como perdedores. Brota la envidia y la autoestima se hunde. En tales casos, pasamos por alto algo fundamental, y es que nuestros amigos y conocidos presentan principal o exclusivamente el lado bueno de su vida cotidiana.

Aquellas personas que se sienten socialmente aisladas son especialmente propensas a desarrollar FOMO al usar los medios sociales. Se podría suponer que las plataformas sociales repercuten positivamente porque ofrecen oportunidades para establecer nuevos contactos, pero los estudios muestran que su efecto es más bien destructivo.

Quien se desplaza a través de innumerables actualizaciones de fotos y vídeos en las que los usuarios celebran su vida aparentemente emocionante en grupos de amigos, lo único que consigue es experimentar más soledad y un sentimiento de exclusión si en su caso no tiene una vida social satisfactoria. De ahí surge a menudo el ansia por pasar más tiempo en las redes sociales para sentirse parte de un grupo. No obstante, las relaciones reales no suelen nacer de esta forma.

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Moisés Romero-Lacartadelabolsa

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