Cuando suenen los violines, quizá sea ya muy tarde

Moisés Romero

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 06 abr, 2020 10:15
cbviolin dus

Ninguna crisis es igual. Los gráficos que reproducimos todos los días, desde perspectivas diferentes, sirven como modelos informativos. Pero no mucho más. Cada ciclo económico y bursátil se rigen por patrones diferentes. El actual está manipulado como nunca lo ha sido en la historia de los mercados. Los bancos centrales trabajan día y noche en la fabricación de dinero.

Dinero gratis para todos, aunque como siempre, para unos más que para otros y, generalmente, mal distribuidos. Bancos centrales que intentan frenar el colapso. Hemos visto escenas propias del Fin del Mundo. También, del Apocalipsis. Lo mismo sucedió en hecatombes anteriores. Todo, en estos momentos, huele a pólvora. Siguen los destrozos. Los tambores destrozan nuestros oídos y la sangre corre por las calles de la Bolsa. Son las coincidencias más claras con desastres anteriores. Cuando suenen los violines, quizá ya sea tarde para comprar.

La primera vez que escuché en Bolsa una frase histórica como Comprar con el ruido de los tambores y vender al son de los violines, fue a Eduardo Cebollero (q.e.p.d.) hace más de cuarenta años en el viejo parqué de la Bolsa de Madrid. Años de penurias, esfuerzos, dificultades, depresión económica en España, aún muy lastrada por la Crisis del petróleo, y con una Bolsa plana aburrida, sin negocio, hasta que el PSOE, el de Felipe González, consiguió mayoría absoluta.

Eduardo Cebollero, uno de los mejores analistas de la época ya hablaba de cash flow y de generación de caja. Estaba a la última en los grandes y profundos movimientos que se se produjeron en el tejido empresarial español, con la reordenación de los Altos Hornos (que cotizaba en Bolsa), las papeleras, las eléctricas y la banca de inversión. En todos estos procesos, iguales que sismos en aquella época, repetía Comprar con el ruido de los tambores y vender al son de los violines.

Cuando todos se miran desnudos, unos a otros, retruenan los tambores, barritan los elefantes y chirrían las trompetas toca comprar. Siempre pasa igual. Todos los años hay oportunidades y siempre hay que echarle un par al asunto, no hay nada peor que dejarse llevar por el pánico. Bill Gross ya consideró hace unos años que "la era de hacerse rico rápidamente se acabó", tanto para acciones como para bonos. Ha acertado en casi todo: los valores tecnológicos han subido el tropecientos por cien en los últimos años.

¿Qué va a pasar en las Bolsas a corto plazo? Conforme pasa el tiempo, y transcurre a una velocidad endiablada, los expertos acotan los focos de riesgo. Sin desconsiderar la evolución de la pandemia, el comportamiento de los mercados emergentes, pero otorgándoles menos importancia que la que le conceden los medios, el focus está, además de en el coronavirus, en los movimientos de Wall Street, auspiciadosm, por la Reserva Federal de Estados Unidos, en las negociaciones necesarias para fortalecer una nueva Europa, en el agujero de los bancos italianos, en los diversos procesos geopolíticos en medio mundo, en la evolución de las condiciones económicas, fiscales y monetarias...¿Muchos frentes, verdad? O lo que es lo mismo, siempre hay elementos que dificultan al máximo las estrategias inversoras. Esos ocurre ahora y ha ocurrido siempre. Por eso, Comprar con el ruido de los tambores y vender al son de los violines.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero-Lacartadelabolsa

contador