La 'bidenomics' permite celebrar una cosa y la contraria

Juan Carlos Ureta Domingo, presidente ejecutivo Renta 4 Banco

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 10 may, 2021 19:26
biden va qualifier les massacres d armeniens en 1915 de genocide selon des sources

Mayo ha empezado, tal y como pensábamos, con un tono positivo y tranquilo en las Bolsas, en una nueva demostración de que no hay noticia que los inversores no puedan superar, por adversa que sea, y de que los mercados son capaces de recibir con subidas tanto los datos que muestran fortaleza en la economía como los que, por el contrario, muestran debilidad.

Esa energía tan especial de las Bolsas tiene bastante que ver con la gran novedad de este año 2021, que es la "bidenomics". El nuevo presidente americano, Joe Biden, y su Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, han abrazado las tesis de la MMT ("moderna teoría monetaria") y han resucitado las políticas de "big government", es decir, de elevar el peso del Estado al máximo, sin importarles que el déficit público o el endeudamiento suban a niveles estratosféricos. Una música que a los inversores les suena muy bien, porque implica más dinero en el mercado.

Lo relevante es que, de forma subrepticia, lo que en abril de 2020 se presentaba como una medida de choque frente a la pandemia se convierte ahora en una medida permanente. Ya no es una herramienta coyuntural para contrarrestar el impacto del confinamiento sino un instrumento destinado a generar un nuevo modelo de crecimiento. Los estímulos fiscales ilimitados tienen como objetivo lograr lo que Biden llama el nuevo resurgir de los EE.UU. bajo el lema "America is back". Todo ello se concreta, por el momento, en seis billones (trillones americanos) de dólares de gasto público, que es lo que suman los tres programas anunciados por Biden en sus cien primeros días de mandato. Una cifra espectacular, sobre todo, teniendo en cuenta que el balance de la Fed a fecha de hoy está ya cerca de los ocho billones de dólares.

Más allá de las consecuencias sociales y políticas del modelo, que supone una enmienda a la totalidad al consenso neoliberal que ha dominado las últimas décadas, y más allá de su impacto sobre la inflación, lo cierto es que los inversores han abrazado la "bidenomics" como un nuevo paradigma que llevará a un ciclo bursátil muy alcista. Un paradigma que, como decíamos, permite a las Bolsas celebrar una cosa y la contraria. Por ejemplo, a principios de abril el S&P recibía con subidas la creación de casi un millón de puestos de trabajo en EE.UU. en marzo, y, por contra, el viernes pasado veíamos cómo el S&P recibía también con subidas una muy decepcionante creación de 266.000 empleos en abril, que quedaba muy lejos de las expectativas.

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