El mal dato de ventas minoristas en EE.UU. da a los inversores una excusa para vender

En este entorno hemos visto fuertes caídas esta mañana en las bolsas asiáticas (Nikkei -0,85%, bolsa Shanghai -0,39%, de Hong Kong -1,37%), y en la apertura de las bolsas europeas. A primeras hora de la mañana el dólar ganaba ligeramente respecto a sus principales pares, mientras que se producían pocos movimientos en los precios de las materias primas.

Las acciones del viejo continente abrieron prácticamente planas y con un moderado volumen de contratación. “El factor político está teniendo mucho más peso en el comportamiento de los mercados financieros que el económico”, afirmaban los analistas de Link Securities.

“El nombramiento de Mike Pompeo como nuevo Secretario de Estado de EE.UU., supone dar un sesgo más nacionalista al gobierno de Trump de cara a las importantes negociaciones de los próximos meses (Corea del Norte, Irán, China y NAFTA)”, afirmaba Renta 4 en apertura.

Trump le está dando un sesgo más nacionalista y peligroso a su gobierno.

A parte de esta incertidumbre política, los inversores europeos valoraban las noticias sobre nuevas medidas proteccionistas que estaría diseñando la Administración Trump en contra de China. En caso de que esto se confirmara, no habría muchas dudas que China respondería con dureza, y que podríamos entrar en una dinámica claramente negativa para el comercio mundial, y por consiguiente, para los mercados financieros.

Tras la primera hora de negociación se publicaban las ventas minoristas italianas del mes de enero, con una sorprendente caída del medio punto porcentual frente un descenso del 0,1% esperado.

Una hora más tarde se conocían la producción industrial en la zona euro en febrero, con un descenso de un 1% frente -0,4% esperado, y la evolución del empleo en la zona euro en el cuarto trimestre con una subida del 0,3% frente +0,3% esperado.

Las bolsas ignoraban estos datos, en promedio negativos, y a media sesión subían con solidez: El Eurostoxx 50 subía un 0,35%, y el Ibex 35 +0,22%.

Poco después en EE.UU. se conocían importantes datos macroeconómicos que decidirían el signo de la sesión. Por un lado los precios a la producción de EE.UU. en febrero que subían un 0,2% mensual frente +0,1% esperado. Pero la referencia más relevante se publicaba poco después: Las ventas minoristas de EE.UU. de febrero con una caída del 0,1% frente +0,3% esperado. Este último dato provocó la rebaja de la previsión de JP Morgan sobre el crecimiento del PIB de EE.UU. en el primer trimestre al 2,0% desde el 2,5% anterior.

En esos momentos los futuros de Wall Street cotizaban con alzas de tres décimas porcentuales. Y el índice dólar prácticamente sin cambios.

El mal dato de ventas minoristas rebaja las previsiones de crecimiento del PIB de EE.UU.

La bolsa estadounidense abría con subidas en línea con la preapertura, con las acciones tecnológicas liderando los ascensos. Las bolsas europeas mantenían las ligeras alzas tras esta apertura. Sin embargo, poco después Wall Street se giraba a la baja con claridad, tras una lectura negativa del dato de ventas minoristas. Las bolsas europeas se adentraban también en terreno negativo.

El fuerte incremento de los inventarios de crudo, sensiblemente por encima de las previsiones, provocaba caídas en el precio del crudo, lo que por simpatía generaba un incremento de la presión vendedora en otros activos de riesgo. El Dow Jones descendía por encima del punto porcentual, mientras que el Eurostoxx 50 se dejaba tres décimas porcentuales.

De ahí al final de la jornada europea poco más que señalar. En resumen, sesión de menos a más, en la que un mal dato de ventas minoristas en EE.UU. ha otorgado una excusa a los inversores para cerrar sus posiciones largas, y quedarse a la espera de cómo se desarrolla la cada vez más beligerante posición comercial de la Administración Trump. Veremos a donde nos conduce todo esto.