bresil bolsonaro lance officiellement sa campagne en vue d une reelection

Miles de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro han invadido este domingo el Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema, las tres sedes del poder en Brasil, durante varias horas y han reclamado una intervención militar para derrocar al nuevo presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que tomó posesión de su cargo hace apenas unos días.

Poco antes de las 16.00 de la tarde en Brasilia (20.00 hora peninsular española), una marea humana de manifestantes, vestidos de amarillo y verde, los colores de la bandera del país, irrumpió en las sedes de los tres principales poderes de Brasil reclamando la vuelta del que consideran el legítimo presidente. Y es que no aceptan el resultado electoral.

Las imágenes que se vieron recordaban, y mucho, a la invasión del Capitolio en Washington que llevaron a cabo los seguidores de Donald Trump a principios de enero de 2021. En los tres edificios los asaltantes rompieron cristales y causaron graves daños, tal y como se pudo ver en las imágenes difundidas por las televisiones brasileñas y también en las redes sociales.

Lula decretó la intervención federal en Brasilia para "garantizar la seguridad pública". El asalto de los bolsonaristas duró más de tres horas y, tras el caos inicial, la policía consiguió retomar el control de los edificios institucionales que habían sido tomados. De momento, hay cerca de 1.200 detenidos.

El presidente brasileño, que durante el asalto se encontraba a kilómetros de distancia, en Sao Paulo, ha asegurado que los "vándalos fascistas" que invadieron las sedes del Parlamento, el Supremo y la Presidencia serán "encontrados" y "castigados" de forma ejemplar. También ha acusado directamente a Bolsonaro de instigar a sus seguidores para llevar a cabo esta acción, que ha tildado de "barbarie". En concreto, ha dicho que los radicales han sido "estimulados" por el expresidente.

"Vamos a descubrir a los financiadores" de esas protestas violentas y de cuño golpista, que "destruyeron todo lo que encontraron a su paso", ha asegurado Lula, que juró como jefe de Estado de Brasil el pasado 1 de enero. El presidente ha remarcado que aunque "la democracia garantiza el derecho de la libertad de expresión", también "exige que las personas respeten las instituciones".

Por su parte, Bolsonaro, que se encontraba en Florida (EEUU), ha mostrado un tibio rechazo al intento de golpe de Estado en Brasil. Más de siete horas después de la acción llevada a cabo por sus simpatizantes radicales, el expresidente se ha limitado a decir en sus redes sociales que durante su mandato "siempre" ha cumplido con la Constitución.

También ha apuntado en Twitter que "las manifestaciones pacíficas, dentro de la ley, son parte de la democracia. Sin embargo, el vandalismo y las invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy, así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla". Asimismo, ha rechazado las acusaciones de Lula, criticando "las acusaciones, sin pruebas" vertidas por el actual jefe de Estado.

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