El Gobierno francés recortó este martes sus perspectivas de crecimiento para este año. Ahora espera que el Producto Interior Bruto (PIB) crezca solo un 2,5%, frente al 4% estimado anteriormente. ¿La razón? El impacto de la variante Ómicron del Covid-19 a principios de año y los problemas que está provocando la invasión rusa de Ucrania.
No obstante, el Ejecutivo galo ha mantenido su previsión de déficit presupuestario en el 5% a pesar de los miles de millones de gasto adicional que se han previsto en medidas antiinflacionistas, gracias a unos ingresos fiscales mayores de lo previsto, ha explicado el Ministerio de Finanzas y recoge 'Reuters'.
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"Estamos en el 5% a pesar de que las condiciones económicas han cambiado, en particular porque no solo los ingresos fiscales sino también las cargas sociales han sido dinámicos", ha dicho un funcionario del Ministerio de Finanzas, situando los ingresos adicionales en unos 50.000 millones de euros.
La previsión de crecimiento es ligeramente más optimista que las recientes estimaciones del 2,3% reportadas tanto del banco central como del organismo oficial de estadística INSEE.
El Gobierno que preside Emmanuel Macron tiene previsto presentar el próximo miércoles proyectos de ley para revisar el Presupuesto de 2022 en base a las nuevas previsiones y a un paquete de medidas para apoyar el poder adquisitivo de los hogares ante el aumento de la inflación.
De hecho, ya ha puesto en marcha medidas antiinflacionistas por valor de más de 25.000 millones de euros y es probable que el nuevo paquete tenga el mismo valor, a tenor de las cifras que circulan en la prensa francesa y que no han sido rebatidas por el Ministerio.
El Ministerio de Finanzas prevé que la inflación francesa se sitúe en una media del 5% este año y estima que a finales de año la deuda nacional se situará en el 112% del PIB, ligeramente por debajo del 113,5% previsto anteriormente.
