El Banco Central Europeo (BCE) está estudiando la idea de crear un ‘banco malo’ para absorber la morosidad bancaria derivada de la crisis del Covid, según informa Reuters, citando a fuentes cercanas al proceso. Según explican, la entidad presidida por Christine Lagarde está elaborando un plan para hacer frente a los posibles cientos de miles de millones de euros de préstamos impagados a raíz de la pandemia. 'Bolsamanía' ya se hizo eco de la noticia que hace algunos días también apareció en 'Financial Times'.
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El proyecto se está trabajando en paralelo a los billonarios estímulos lanzados para reforzar la economía de la región y tiene como objetivo proteger a los bancos comerciales de las secuelas de la crisis, si el aumento del desempleo corta los ingresos necesarios para devolver los préstamos.
Asimismo, tiene como objetivo proteger a los bancos comerciales de las secuelas de la crisis, si el aumento del desempleo corta los ingresos necesarios para devolver los préstamos. El banco central no ha confirmado ni desmentido estar trabajando en esta iniciativa que habría sido rechazdaza por la Comisión Europea porque supondría quebrar las normas de resolución dictadas tras el rescate de las cajas españolas, que imponen que los accionistas y bonistas deben asumir pérdidas antes de dar ayudas públicas a los bancos.
El impulsor de esta medida es Andrea Enria, presidente del brazo supervisor del BCE, que ya la había planteado cuando estaba al frente de la EBA (Autoridad Bancaria Europea). Su argumento es que el hundimiento de las economías de la zona euro por las medidas para contener el coronavirus disparará la morosidad de empresas y familias, lo que amenaza con restringir el crédito en un momento tan delicado y con llevarse por delante a numerosas entidades.
El diseño del BCE contempla que esos activos improductivos deberían venderse a precio de mercado en una fecha prefijada en el futuro, e incluso plantea la posibilidad de que los bancos que los traspasen se hagan cargo de las pérdidas que supongan esas ventas futuras para minimizar las ayudas públicas.
