¿Es hora de comprar oro?
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No se puede negar la importancia del dólar estadounidense cuando se trata de evaluar el apetito por el riesgo. Ha sido claro: el dólar ha sido el refugio seguro. No el oro. No el yen. Ciertamente no los bonos. Cuando el dólar ha estado fuerte, las criptomonedas y las acciones se han visto presionadas, y viceversa cuando el dólar ha corregido.
Solo mire las últimas sesiones de negociación: el dólar cayó y las acciones rápidamente volvieron a superar sus mínimos de junio, provocando una falsa ruptura.
De hecho, no son solo los índices generales los que generan estos movimientos fallidos. Hay un montón de rupturas falsas esta semana.
Uno, en particular, que ha captado nuestro interés es el oro.
Después de saltar los stops por debajo de este nivel de soporte, el oro se encuentra nuevamente en el rango de largo plazo.
No podemos decirlo lo suficiente: nos encantan estas configuraciones. Se encuentran entre las configuraciones de mayor convicción, mayor probabilidad y mayor impulso para operar, todos los factores con los que sueñan los traders.
En esencia, cuando el precio cae por debajo de sus mínimos anteriores, los stop-loss se ven afectados y los largos tiran la toalla. Al mismo tiempo, los osos saltan y entran cortos.
Luego, a medida que el mercado comienza a recuperarse por encima de esos mínimos anteriores, los cortos ahora están con pérdidas y se ven obligados a cubrirlas.
Mientras están recomprando sus posiciones para deshacer la operación, los largos ven que el precio sube y entran para recomprar su antigua posición.
Los operadores de impulso ven estas ganancias y también se suben al carro, lo que obliga a cubrir aún más posiciones cortas.
En pocas palabras, crea un ciclo de retroalimentación positiva que puede impulsar los precios significativamente más altos.