La maldición del "caza gangas"

Carlos Montero

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 18 oct, 2018 18:30 - Actualizado: 09:39
ganga

El pasado fin de semana un entusiasta inversor particular me comentaba (cerca de la literalidad) en una reunión entre analistas y gestores: “Me resulta muy complicado mantenerme al margen del mercado. Incluso cuando creo que las bolsas van a bajar, me es muy difícil resistirme a la tentación de comprar cuando veo a un valor que considero interesante caer con fuerza. Siempre pienso que se me va a escapar la oportunidad. Es la horrible maldición del caza gangas”.

Es cierto. Muchos inversores, profesionales y particulares, comenten el error de operar en exceso. Más si cabe cuando las condiciones generales aconsejan no hacer nada. Pero es que en el mercado es muy difícil no hacer nada.

El sesgo de acción es algo innato en el ser humano. Los analistas de Psyfi Search ponen dos ejemplos para ilustrar esta dificultad que tenemos para no caer en el sesgo de acción:

Según los datos futbolísticos, en un penalti los porteros se lanzan a la derecha o a la izquierda en el 94% de las ocasiones. Adivinan correctamente la dirección el 40% del tiempo, y paran la falta máxima en el 13% de las ocasiones. Ahora bien, si los porteros no se movieran en absoluto, sus posibilidades de parar el penalti subirían del 13% al 33%.

Los entrenadores de porteros saben estos datos y se los transmiten a los guardametas, sin embargo, el sesgo de acción es tan fuerte que siguen decantándose por uno de los lados la inmensa mayoría de las ocasiones.

La explicación psicológica es que un gol de penalti anotado produce peores sentimientos a un portero si se ha quedado en el medio, que si decide tirarse hacia uno de los lados, aunque la probabilidad de pararlo si no se tira es casi el triple. (Leer más)

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