Las acciones asiáticas han arrancado una nueva semana fuertemente teñidas en rojo, después de que los datos de la balanza de comercio de China haya arrojado uno datos significativamente más débiles de lo esperado. En algunos parqués regionales, como en Japón y Australia las caídas superan el 2%.
La volatilidad vivida en la libra durante las primeras jornadas del debate parlamentario previo a la votación del Brexit de Theresa May es sólo un pequeño aperitivo del potencial de caídas que los analistas le otorgan a la divisa si persiste el caos. Los vaivenes y la vacilación de la moneda a la hora de tomar una dirección clara indican que los inversores no tienen ni la más remota idea de cómo se desarrollará el divorcio con la Unión Europea, ya que en estos momentos está en juego un amplio abanico de opciones, desde el Brexit desordenado hasta la permanencia en el club europeo.
Los independentistas le han visto las orejas al lobo. Si en los primeros días de resaca tras las elecciones andaluzas mantenían su cerrajón a apoyar las cuentas del PSOE, el escenario pactista que se ha abierto para la presidencia de la Junta ha provocado sudores fríos en las filas soberanistas. No sólo porque Vox tiene opciones reales de gobernar, sino además porque se huelen un pacto PSOE y Ciudadanos que puede dejarles totalmente fuera de juego.
La libra se recupera a estas horas del mayúsculo batacazo que sufrió este martes, en una jornada de fortísima volatilidad para la divisa británica, que está sufriendo con intensidad las reacciones viscerales del mercado a cada acontecimiento relacionado con la recta final del Brexit. El cable (libra/dólar) trata de coger aire, después de ceder un 2,3% en la jornada anterior y marcar un nuevo mínimo de 17 meses no visto desde el 20 de junio.
