Las acciones asiáticas han arrancado una nueva semana fuertemente teñidas en rojo, después de que los datos de la balanza de comercio de China haya arrojado uno datos significativamente más débiles de lo esperado. En algunos parqués regionales, como en Japón y Australia las caídas superan el 2%.
Los mercados de China continental, que están en el foco como resultado de la guerra comercial entre Pekín y Washington, también han acabado en el rojo. El compuesto de Shanghai recortó un 0,84%, mientras que el compuesto de Shenzhen perdió un 1,14%.
Mientras tanto, el índice Hang Seng de Hong Kong cayó un 1,41% debido a que las acciones del Banco de Construcción de China que cotizan en Hong Kong cayeron un 2% y el gigante tecnológico chino Tencent perdió un 1,35%. Además de los datos macro, en el ánimo de los inversores sigue pesando la detención de Meng Wanzhou, directora financiera de Huawei, que ha pedido ser puesta en libertad bajo fianza alegando motivos de salud.
Pero las bolsas regionales se han visto sometidas a una presión adicional por la caída de las exportaciones e importaciones chinas en noviembre, lo que apunta a una demanda mundial y doméstica más lenta y aumenta la posibilidad de que Pekín pueda tomar más medidas para impulsar el crecimiento.
En el onceavo mes de año, las exportaciones aumentaron un 5,4% respecto al año anterior, según los dalos de aduanas chinas del sábado, que fueron inferiores al 10% previsto. El crecimiento de las importaciones fue del 3%, el peor desde octubre de 2016.
En otros lugares, las caídas se han repetido en Japón, con el Nikkei dejándose un 2,3%, el Kospi surcoreano un 1,35%, el ASX200 australiano, un 2,25% y el NZX50 de Nueva Zelanda, un 1,22%. Tailandia, Malsia y Singapur también han declinado entre un 0,3% y un 0,8%.
