Pescanova es un valor impecablemente bajista en términos de medio y de largo plazo. Sin embargo, en el muy corto se dan las condiciones para que este construya un rebote de cierta entidad.
La Audiencia nacional ha condenado a 8 años de cárcel al expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro, y a penas que van de los 6 meses a los 3 años y medio de prisión para otros 11 acusados de la excúpula de la entidad por las prácticas irregulares que pusieron en marcha con el fin de obtener financiación bancaria para la empresa y por manipular las cuentas de la entidad para poder captar inversores que acabaron perdiendo su dinero.