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El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha mandado mensajes cruzados a las autoridades europeas. Al Banco Central Europeo (BCE) le ha pedido que no apriete la soga que mantiene en el cuello de su país, mientras ha asegurado que no desea abandonar la Zona Euro.

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“Amo a Europa”, ha proclamado el jefe de Gobierno heleno en una entrevista con la revista alemana Der Spiegel, recogida por Europa Press y Reuters y por ello ha afirmado que desea que el país siga siendo uno de los socios del euro. No obstante, no se ha privado de lanzar una advertencia: “La Unión Monetaria es como un jersey de lana que si empieza a deshacerse nadie puede impedir que se deshaga por completo".

La Zona Euro es como un jersey de lana que si empieza a deshacerse nadie puede impedir que se deshaga por completo

Durante la entrevista con el magacín alemán ha manifestado su intención de emitir deuda a corto plazo para subsanar los problemas de financiación de su Gobierno.

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Ha tenido palabras también para el BCE, de quien considera que mantiene una “soga al cuello” de Grecia porque es quien debe autorizar que aumente el techo de sus emisiones de letras, que está ahora en 15.000 millones de euros. De esta manera, podría financiarse y afrontar vencimientos. Cree Tsipras que si la entidad presidida por Mario Draghi no consiente estaría incurriendo en una "grave responsabilidad".

"Si ello sucede, volveremos a la vorágine previa al 20 de febrero", en referencia a la fecha en que Grecia acordó una extensión de cuatro meses para su acuerdo crediticio con sus socios de la zona euro. La alternativa de esta emisión de bono griega sería una solución puente mientras llega el desembolso del último tramo del programa de ayuda europeo, ligado ahora a que Atenas cumpla las nuevas reformas que han sido aceptadas por el Eurogrupo.

RECHAZO DEL BCE

En su reciente comparecencia en rueda de prensa después de la reunión del mes de marzo del BCE, Mario Draghi, descartó ampliar el límite de emisión de letras. "Permitir a Grecia aumentar sus emisiones de deuda supondría financiar el déficit público, algo prohibido en los tratados", aseguró tras indicar: El BCE no es una institución política, está basada en reglas".

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