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Una plataforma de gas y petróleo frente a la costa de Libia en el Mediterráneo Central en la zona de Bahr Essalam Gas Field y Bouri OilfiieldAntonio Sempere - Europa Press - Archivo

El petróleo ha extendido su caída este miércoles y sigue bajo presión ante la pérdida de impulso económico de China y con los operadores expectantes sobre la decisión que pueda tomar la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) en su reunión de este domingo.

El barril Brent, de referencia en Europa, ha perdido un 1,13%, hasta los 72,71 dólares y acumula una bajada de casi un 5% en lo que va de semana y alrededor de un 9% en lo que va de mes. El barril West Texas, de referencia en EEUU, se ha dejado un 2,00%, hasta los 68,07 dólares.

Los mensajes divergentes lanzados en los últimos días por parte de Rusia y Arabia Saudí han aumentado la incertidumbre en torno a si el cartel petrolero acometerá un nuevo de recorte en la producción de crudo o mantendrá el rumbo.

En este sentido, el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, afirmó que no creía que hubiera "nuevos pasos, porque hace apenas un mes se tomaron ciertas decisiones con respecto a la reducción voluntaria de la producción de petróleo por parte de algunos países". Mientras que el ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, advertía a los especuladores en corto que debían tener "cuidado".

"La bajada de los precios antes de la reunión del fin de semana de la OPEP+ podría elevar la tensión en la sala, ya que Rusia sigue bombeando mientras que los principales productores de Oriente Medio han mostrado restricciones", afirma Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo.

"El conflicto interno puede evitar que el cartel reduzca la oferta en una manera de dar una sacudida a los precios del petróleo. Hay pocas posibilidades de que veamos el tipo de discordia como en 2020, ya que la guerra de Ucrania fortalece los lazos entre dos aliados. Pero cualquier veto ruso podría reducir materialmente el poder de impacto de la OPEP sobre los precios del petróleo", explica Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.

A ello hay que sumarle la ralentización del crecimiento económico de China, donde la actividad de las fábricas se situó en mayo en 48,8 puntos, por debajo de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción, y por debajo de la estimación de 49,4 del consenso de economistas.

Este debilitamiento ha aumentado el temor a que se produzca una disminución de la demanda de petróleo por parte del gigante asiático, lo que también está contribuyendo a la presión bajista sobre los precios del crudo.

"El estado de ánimo bajista del mercado persiste, alimentándose de diferentes cosas, especialmente de la pérdida de impulso económico de China. La narrativa predominante de ajuste de la oferta está bajo un mayor escrutinio dada su dependencia del crecimiento de China", destaca Susan Joho, economista de Julius Baer.

Dejando a un lado el nerviosismo, la experta señala que las tendencias prevalecientes deberían persistir: "La demanda de petróleo del mundo occidental se estanca, los flujos rusos se establecen fuera del hemisferio occidental y es probable que los suministros de las naciones petroleras continúen superando las cuotas prometidas".

La débil reapertura de China y los viajes internacionales recuperándose lentamente, están llevando a que "la demanda de petróleo aún esté por debajo de las altas expectativas, especialmente en el contexto del deterioro de los cambios demográficos y la rápida adopción de vehículos eléctricos", concluye Stephen Innes, de SPI Asset Management.

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