• Han utilizado también un cañón de agua
  • Los refugiados tratan de atravesar la valla
  • La Policía asegura que son 'agresivos'
refugiados, hungria, frontera

La Policía húngara ha empleado gases lacrimógenos y un cañón de agua contra los inmigrantes y refugiados concentrados en la frontera con Serbia y que reclaman entrar en Hungría, según ha informado un reportero de Reuters y un responsable de la ONU.

Un reportero de Reuters ha indicado que cientos de agentes antidisturbios, respaldados por unidades especiales antiterroristas con vehículos blindados y un cañón de agua, han avanzado hacia la multitud de inmigrantes concentrados en el paso fronterizo de Roszke. Los refugiados se encuentran del otro lado de la valla de metal construida por el Gobierno húngaro, informa Europa Press.

"La Policía está adoptando medidas legales y proporcionadas para proteger la frontera estatal húngara y la frontera exterior de la Unión Europea", señala el cuerpo de seguridad

Lea también: En directo | Crisis migratoria en Europa: el drama de los refugiados presiona a la UE

Poco antes, la Policía había denunciado que un grupo de migrantes "agresivos" había conseguido romper la puerta del paso fronterizo desde Serbia. Sin embargo, el responsable de la ONU en el lugar de los hechos afirma que no parece que los refugiados hayan roto la barrera.

"La Policía está adoptando medidas legales y proporcionadas para proteger la frontera estatal húngara y la frontera exterior de la Unión Europea", había argumentado el cuerpo de seguridad en un comunicado.

Los reporteros de Reuters no han visto a ningún refugiado armado pero las imágenes mostradas en televisión muestran a algunas personas lanzando objetos a la Policía por encima de la valla.

NUEVA RUTA POR CROACIA

Ante el cierre de la frontera con húngara, los refugiados han desviado su ruta hacia Alemania. Así, Serbia ha comenzado a desviar a Croacia los autobuses de refugiados para permitirles continuar su viaje por Europa, después de la entrada en vigor de la nueva legislación húngara, que castiga con hasta tres años de cárcel la entrada ilegal en el país.

Hasta ahora los autobuses transportaban a los inmigrantes desde la frontera con Macedonia, en el sur de Serbia, hasta el norte para que los recién llegados pudieran continuar por territorio húngaro su viaje por el centro de Europa.

Pero este martes las autoridades serbias decidieron cambiar el recorrido de estos autobuses y enviar a los solicitantes de asilo a la frontera con Croacia para darles la oportunidad de llegar a su destino final, que suele ser Alemania.

El cambio obedece a la entrada en vigor este martes de la nueva ley migratoria de Hungría, que criminaliza la entrada ilegal en el país, limitando la recepción de solicitantes de asilo a las denominadas "zonas de tránsito".

Lee además:

Osama Abdul, el refugiado sirio de la zancadilla, entrenará en España

El Bundesbank afirma que Alemania necesita a los refugiados para mantener su nivel de bienestar

La Unión Europea sin acuerdo para afrontar la crisis de refugiados

contador