• El papel de Josep Antoni Duran i Lleida, también en el aire
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La ruptura de Convergència i Unió ya es un hecho. Tal y como anunció el número dos de CDC, Josep Rull, el proyecto político de la federación ya no tiene sentido, por lo tanto se rompe. Las consecuencias inmediatas las tiene que afrontar Artur Mas: la salida de los tres miembros de Unió del Govern, pero las implicaciones llegar a las Cortes Generales y está por ver cómo se verán afectados los grupos del antiguo CiU en el Congreso y el Senado.

Será el lunes próximo cuando Mas tendrá que anunciar la remodelación del Govern y la sustitución de la vicepresidenta del Gover, Joana Ortega, plaza que se cree que quedará vacante, y los consellers de Interior, Ramon Espadaler, y de Agricultura, Josep María Pelegrí.

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En el Parlament, los democristianos han prometido mantener la estabilidad hasta el final de la legislatura

En cuanto al Parlament catalán, los democristianos han prometido mantener la estabilidad hasta el final de la legislatura. Y en el ámbito municipal es CDC quien se ha comprometido a lo mismo.

No parece que las cosas vayan a ir tan bien en los grupos del Congreso y el Senado. Por muy amistosa que todas las partes quieren que sea la separación, es poco probable que la composición se mantenga. Otra de las incógnitas es continuidad de Josep Antoni Duran i Lleida, líder e Unió y portavoz del grupo en el Congreso.

La solución llegará en breve, ya que hay prevista una reunión en las próxima horas para despejar las incógnitas.

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