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Elon Musk, fundador de Tesla.TESLA - Archivo
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China se convirtió en 2021 en uno de los mercados más prolíficos para Tesla. La compañía de Elon Musk no solo fabricó más de la mitad de los 936.000 vehículos eléctricos que vendió el pasado 2021 en su gigafactoría de Shanghái, sino que registró un aumento del 108% respecto a 2020 y alcanzó unos 13.800 millones de dólares en ventas. Por su parte, las ventas de Tesla en Estados Unidos repuntaron un 58% en 2021, mientras que subieron un 66% en el resto de mercados.

“China es un líder global en digitalización”, aseguraba Musk el pasado septiembre, al tiempo que anunciaba más inversiones en suelo chino. De hecho, ‘Reuters’ publicó informaciones de que la compañía radicada en California estaría pensando en abrir una segunda gigafactoría en China, posiblemente muy cerca de la que ya tienen en Shanghái.

Si bien es cierto que en los últimos meses este gran centro de producción ha tenido que realizar parones debido a la política de ‘cero Covid’ de China, Tesla no ha visto como este y otros factores como las interrupciones en la cadena de suministro o la guerra en Ucrania les han privado de superar previsiones en el primer trimestre del año, ejercicio que cerraron con 18.756 millones de beneficio. “El margen bruto aumentó hasta el 32,9% frente al 26,5% de hace un año, después de que la empresa dijera que había tenido que subir los precios para compensar los problemas de las cadenas de suministro”, señala Michael Hewson, analista jefe de mercado de CMC Markets.

Sin embargo, Tesla no podrá evitar más tiempo estos problemas según Wedbush y creen que estos factores son “un desastre épico” para los resultados del segundo trimestre, destacando el “claro impacto negativo” que ha tenido el cierre de la gigafactoría de Shanghái y su “agitada” vuelta a la actividad. Por todo ello, la firma angelina ha reducido el precio objetivo de Tesla desde los 1.400 dólares a los 1.000 dólares para “reflejar nuestras estimaciones reducidas y un múltiplo más bajo”. “Esperamos que las ventas en China sean débiles este trimestre, con algunos efectos indirectos en el tercer trimestre”, añaden.

UNA NUEVA REALIDAD PARA TESLA

Aunque las estimaciones sean de menor crecimiento en el segundo trimestre y se prevea la suavización de las entregas de los modelos producidos en China, Wedbush explica que, “pese al viento en contra en un contexto macroeconómico más inestable”, las previsiones siguen siendo alcistas a largo plazo para el fabricante de coches eléctricos en el gigante asiático, aunque se enfrente a “una nueva realidad”.

Estos analistas señalan que mantienen la calificación de ‘sobreponderar’ y señalan que Tesla “comenzará a divisar algunos mares más suaves” en China en la segunda mitad del año, a la vez que destacan un impulso de cara a 2023.

Asimismo, Wedbush ha recortado sus previsiones de resultados para Tesla en el segundo trimestre del año, así como para los resultados de 2022 y 2023 para así “reflejar la debilidad en China y los problemas de suministro”. En el trimestre de junio, la firma estadounidense estima que las entregas totales serán de 277.000 vehículos, por debajo de la previsión original de 297.000 unidades, y que los ingresos alcanzarán los 15.900 millones de dólares, también por debajo de la estimación original de 16.900 millones de dólares.

Además, el banco de inversión norteamericano estima que el beneficio por acción será de 2,10 dólares, una previsión recortada desde los 2,80 dólares. “Para el año fiscal 22, esperamos que las entregas totales sean de 1,43 millones, con unos ingresos totales de 81.000 millones de dólares y un beneficio por acción de 11,46 dólares”, explican, a la vez que apuntan que esta cifra es inferior a sus estimaciones originales de 1,56 millones de entregas, 87.100 millones de dólares de ingresos y un beneficio por acción de 12,62 dólares.

TWITTER RESTA A TESLA

En las últimas semanas, Elon Musk ha sido noticia por su acuerdo de compra por Twitter que, por el momento, parece estar en ‘standby’. Tras anunciar hace poco menos de un mes que había llegado a un acuerdo para adquirir la red social del pájaro azul por 44.000 millones de dólares, apoyado por diferentes inversores célebres y respaldado por las acciones de la propia Tesla, Musk comunicó que la OPA quedaría paralizada hasta que se dilucidase el número de cuentas falsas que hay en Twitter, bronca pública con el consejero delegado de la red social mediante.

Si bien algunos analistas aseguraban que Musk se había cansado de Twitter y acabaría retirando su oferta, otros apuntaban que esta podría ser una estrategia del magnate sudafricano para abaratar la compra de la red social. Sea cual sea el desenlace, lo cierto es que todo el ‘culebrón Twitter’ se ha convertido en un “espectáculo de circo” para Wedbush, que cree que esta operación ha sido nociva para el fabricante de coches eléctricos.

Twitter es un moratón en el ojo para Musk y las acciones de Tesla y ha adquirido una vida propia que ha arrojado una sombra oscura sobre su nombre, haciendo que muchos inversores salgan de ella mientras este culebrón continúa”, sentencian desde Wedbush. Estos analistas creen que, si bien la situación de la red social “no afecta a la historia fundamental de Tesla”, los riesgos de distracción que los inversores perciben en Musk son “difíciles de ignorar en un momento en el que el ecosistema de Tesla necesita más que nunca a su consejero delegado con la peor crisis de la cadena de suministro vista en la historia moderna”.

En lo que va de año, los títulos del fabricante de vehículos eléctricos se han desplomado por encima del 30% y acumulan un descenso de casi el 40% desde que se revelara la participación inicial de Musk en Twitter el pasado 4 de abril.

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