• Pese a completarla con éxito, ha perdido todo lo ampliado con la evolución bursátil de las acciones
  • Los bajistas han sido los beneficiados, aunque en aquel momento el agregado de posiciones cortas era la mitad que ahora
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Emilio Saracho, presidente de Banco PopularMAXIMO GARCIA DE LA PAZ
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Un año de horror. Así pueden calificar los accionistas de Banco Popular que aún permanecen en el capital de la entidad la evolución bursátil de los últimos 12 meses. O, también, los que han vendido durante este periodo con profundas pérdidas desde que el 25 de mayo las acciones de la entidad cerraran en 2,11 euros. Desde ese momento se hunden un 68,85% hasta cerrar este lunes en 0,66 euros, tras caer un 1,2%.

A las 7 de la mañana del 26 de mayo, Popular confirmó en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su intención de ampliar capital por valor de 2.505 millones de euros. Un anuncio que provocó una huida de parte de los inversores, y un hundimiento de las acciones del 26%. Ahí comenzó el calvario reciente del banco, que eliminó el dividendo y reconoció que necesitaba dinero para fortalecer su capital ante el elevado montante de activos improductivos, que superan los 36.000 millones de euros en el balance.

En el primer trimestre realizó una reducción neta de estos activos en 569 millones de euros, lo que según el banco supuso "un cambio de tendencia muy positivo en lo que a la gestión del negocio inmobiliario se refiere". La entidad registró pérdidas de 137 millones de euros, mientras que en 2016 con la dotación de provisiones cerró con un agujero histórico de 3.485 millones de euros.

HUNDIMIENTO EN BOLSA

Un año después de la ampliación, y pese a completarla con éxito, el banco vale mucho menos que entonces. En concreto, pierde un 68% y capitaliza con un valor en bolsa cercano a los 2.800 millones de euros. Su futuro, además, no está claro. Emilio Saracho sustituyó a Ángel Ron en la presidencia del banco en enero y en la junta de accionistas de abril admitió que están "cortos de capital" y que el futuro pasa por otra 'macroampliación' o por una operación de consolidación con otra entidad. Es decir, con su venta.

El ruido de posibles compradores ha sido continuo, con los dos grandes bancos, Santander y BBVA, en las especulaciones. Incluso Bankia, del que el Estado posee un 68% a través del ​​​​​​​​​​​​​​Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), ha entrado en la terna. O, al menos, el ministro Luis de Guindos aseguró que analiza el "potencial interés" de adquirir Banco Popular, aunque por ahora eso no sería posible por las restricciones impuestas por Bruselas en la entidad parcialmente nacionalizada.

Los rumores y las informaciones sobre OPAs han permitido a la entidad impulsar sus planes de ventas de activos para obtener capital. Por ahora mantiene sus proyectos de desprenderse de TotalBank y Wizink, después de haber salido de Merlin Properties. Pero el mercado no tiene claro que esto sea suficiente. Incluso algunos inversores institucionales, como el fondo Okavango de Abante que gestiona José Ramón Iturriaga, están posicionados con la premisa de que acabará vendiéndose en una puja que impulsará el valor de sus acciones.

FONDOS Y BAJISTAS

El Okavango no es el único fondo con inversiones en Popular. En el capital de la entidad está BlackRock, que posee un 4,094% aunque tiene prestado un 2,974% del capital a terceros (entre otros, bajistas). Asimismo, la aseguradora Allianz posee un 3,497%. Por su parte, según datos de Finect también hay fondos españoles como el Santander Acciones Españolas, el Santander Small Caps España, el Global Allocation de Renta 4, el Sabadell España Bolsa Base o el Merchfondo.

No obstante, si hay un tipo de inversor que destaca en el capital de Popular ese es el que trata de ganar cuando cae un título, normalmente a través del alquiler de acciones. Los bajistas tienen un agregado de posiciones cortas que se situó en el 11,73% el 12 de mayo, según la última actualización de la CNMV. La inversión bajista, pese a descender desde el 12,37% anterior, supera los 320 millones de euros en el banco, que cotiza con una capitalización de 2.800 millones de euros. Además, es el segundo valor más presionado de la bolsa española tras el 23,6% de DIA.

Los 'cortos' continúan moviendo ficha en Banco Popular mientras el futuro de la entidad aún no se ha aclarado. Samlyn Capital y Marshall Wace, los dos 'hedge funds' más agresivos en el capital del banco, han incrementado su posición corta los últimos días. Los dos 'hedge funds' con mayores posiciones son Samlyn Capital y Marshall Wace. Y los dos han elevado la presión en los últimos días. Samlyn, un fondo de cobertura estadounidense de inversión global, ha ido incrementando su apuesta contra las acciones de Popular hasta alcanzar el 1,8%. Por su parte, la firma británica Marshall Wace, que llegó a alcanzar el 2,61% del capital en febrero, fue reduciendo su posición hasta el 1,62% de hace dos semanas. En ese momento puso fin a su repliegue y ha vuelto a aumentar la inversión bajista.

En el capital de la entidad que preside Emilio Saracho hay otros seis fondos con más de un 0,5% del capital posicionado contra el banco, nivel a partir del que publica los nombres propios la CNMV. Casi todos han ido variando sus posiciones este mes, con una actividad frenética mientras se decide el futuro del banco que, según confirmó Saracho ya en abril, pasa por una ampliación de capital o una operación corporativa con otro banco. Es decir, teniendo en cuenta las dificultades de Popular, una venta.

Entre los bajistas están BlackRock (tiene una posición corta del 0,7% del capital, según las estadísticas de la CNMV), Oxford Asset Management (0,59%), AQR Capital Management (0,89%), Oceanwood Capital Management (1,12%), PDT Partners (0,51%) y Lansdowne Partners (0,9%). Las acciones de la entidad, que cotizan este lunes con moderadas subidas hasta los 0,67 euros, pierde un 27% en el acumulado del año y un 53% en los últimos 12 meses.

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