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Los bancos tienen cada vez más superados los estragos de la crisis financiera. Tanto, que algunas de las medidas que las autoridades tomaron en su momento para evitar futuros desequilibrios se están empezando a revertir. Estados Unidos ha tomado la iniciativa anulando una de las normas más duras para la banca, la Regla Volcker, lo que les permitirá volver a invertir en activos tóxicos para su propio beneficio. Aunque la historia queda lejos, en España también se han dado algunos pasos marcha atrás.

La mayor crisis financiera de la historia trajo muchas consecuencias. Entre ellas, una mayor regulación tanto en Estados Unidos como en Europa para evitar un temblor del sistema similar al ocurrido entonces. El sistema bancario europeo tuvo que dotarse de mayores provisiones y capitalizarse para poder absorber sus pérdidas en caso de crisis sin necesidad de intervención pública.

Estados Unidos, por su parte, introdujo en diciembre de 2013, durante el mandato de Barack Obama, la Regla Volcker, una de las más duras para los bancos, que forma parte de la Ley Dodd Frank de reforma de Wall Street y protección del consumidor. Lleva el nombre del expresidente de la Reserva Federal Paul Volcker.

La norma pretendía impedir que los bancos realizaran inversiones especulativas de alto riesgo con la intención de evitar una burbuja como la de las hipotecas subprime. Así, restringía la posibilidad de los bancos de utilizar los recursos de los clientes para obtener un beneficio propio y limitaba la capacidad de las entidades de invertir en fondos de cobertura y firmas de capital privado.

“Básicamente, el objetivo de la regla es prohibir el trading por cuenta propia por parte de cualquier entidad de depósitos garantizados que pudiera requerir un rescate por parte del gobierno federal”, explica el analista Álvaro Giménez-Cuenca, de XTB.

Sin embargo, la semana pasada los reguladores estadounidenses decidieron flexibilizar esta regulación de trading impuesta a los bancos, lo que supone una gran victoria para las entidades de Wall Street, entre las que se encuentran los gigantes financieros Goldman Sachs, Morgan Stanley o JP Morgan.

La renovación de esta norma, por la que los bancos de Estados Unidos han clamado durante años al considerarla demasiado compleja para poder cumplirla, se planteó ya el año pasado en la Reserva Federal (Fed) y se ha puesto en marcha hace tan solo unos días.

Según recogía Bloomberg, este plan Volcker 2.0 eliminará las restricciones de los bancos a la inversión en determinados fondos de inversión extranjeros, lo que podría dar pie a que los bancos estadounidenses inviertan en bolsa. Además, se suprimirá la presunción de que las operaciones realizadas en menos de sesenta días sean sospechosas. La norma debería entrar en vigor a principios del próximo año y los bancos tendrán un mes para prepararse para cumplirla.

“LOS MISMOS PECADOS”

“Con el paso del tiempo, parece que los reguladores se han olvidado de porqué se pusieron estas normas y están abriendo las puertas de nuevo para que se vuelven a cometer los mismo pecados que costaron muchos disgustos y que provocaron el colapso de los mercados”, apunta Aitor Méndez, analista de IG.

En su opinión, la reforma de esta norma podría parecer buena para el mercado, dado que los bancos de Estados Unidos tendrán ahora mucho más capital para invertir, si bien “al mismo tiempo se está abriendo la puerta de par en par volver a errores del pasado".

El experto explica que la supresión de esta norma conllevará un aumento de las inversiones en mercados poco habituales para el pequeño inversor, dado que abre la puerta a que los bancos puedan utilizar de nuevo dinero de sus depositantes para comprar activos tóxicos o de dudosa calidad. No tendrá mucho impacto, según Méndez, en los fondos que simplemente compran acciones con un horizonte a largo plazo. “Los únicos y grandes beneficiados de esta iniciativa son los bancos que podrán disponer de dinero que antes no tenían para invertir en activos con un riesgo mucho mayor al que lo venían haciendo”, concluye el experto.

MENOR PROTECCIÓN AL MINORISTA

Aunque esta reforma legislativa queda lejos para los bancos nacionales, en España también se están dando pasos atrás en las normas que se impusieron tras la crisis financiera. Recientemente, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha abierto la puerta a que los particulares puedan invertir directamente en capital riesgo o hedge funds reduciendo el importe de entrada, algo que a entidades como Banca March les parecería positivo.

Además, el supervisor de los mercados ha facilitado que los bancos puedan colocar a los clientes minoristas los instrumentos de deuda que absorben pérdidas, es decir, que les ayudan a autosalvarse en casos de crisis. Y eso que el banquero José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, hace algunas semanas pidió específicamente limitar la venta de estos productos, llamados bailinables, a los particulares para, precisamente, evitar los errores del pasado, como la venta de preferentes, que tantos problemas dio a la entidad.

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