Con más de 1300 muertos diarios por COVID-19 en EE.UU..¿es hora de penalizar a los no vacunados?
Parece que no hay nada que las empresas y los funcionarios del gobierno no hagan para convencer a los estadounidenses no vacunados de que finalmente se pongan la inyección de COVID-19. Krispy Kreme anunció recientemente que duplicará su oferta de donas al día. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, ofrece cómics gratuitos de Los Vengadores para persuadir a los adolescentes.
Pero en un momento en que los casos y las muertes por coronavirus están aumentando debido a la variante delta, algunos sugieren que podría ser el momento de probar el enfoque inverso. Como en penalizar a los no vacunados.
Según el rastreador del New York Times, más de 1.300 estadounidenses mueren cada día a causa del virus, un aumento del 91% con respecto a hace dos semanas. Los recuentos de casos también han aumentado, hasta más de 155.000 al día.
Delta Air Lines sigue la ruta de las multas, con su nueva política de imponer un recargo mensual de $ 200 a los empleados no vacunados. Ed Bastian, director ejecutivo de la aerolínea, dijo que el recargo es "necesario para abordar el riesgo financiero que la decisión de no vacunar está creando para nuestra empresa". Bastian señaló que si un empleado infectado con COVID-19 tiene que ser hospitalizado, puede costarle a la aerolínea hasta 50.000 dólares.
El miedo a perder puede ser un poderoso motivador.
Por supuesto, Delta DAL podría haber optado por dar a los trabajadores una recompensa económica como incentivo para recibir la vacuna. Pero al optar por el enfoque del palo sobre la zanahoria, la compañía esencialmente está defendiendo un principio de comportamiento económico, denominado aversión a la pérdida, que dice que es más probable que las personas respondan al dolor de la pérdida que al gozo de la ganancia.
El miedo a perder puede ser un poderoso motivador. En el caso de Delta, la compañía dijo que la cantidad de empleados que reciben la vacuna por día se triplicó después de anunciar la nueva política.
Delta no es el único que acepta esta idea. La Liga Nacional de Fútbol, por ejemplo, advirtió que los equipos podrían correr el riesgo de perder partidos si los jugadores no están vacunados.
Aún así, los expertos en economía del comportamiento advierten que el cálculo para determinar qué es más efectivo (recompensas o sanciones) es complejo.
Frederick Chen, profesor de economía en la Universidad de Wake Forest que ha estudiado la aversión a las pérdidas en relación con la vacuna contra la gripe, dijo que se deben tener en cuenta muchas variables.
No hay duda de que ofrecer $ 1 millón o incluso $ 1,000 podría convencer a algunas personas de vacunarse contra COVID-19, dijo. Al mismo tiempo, tales recompensas probablemente no sean prácticas desde un punto de vista financiero, agregó.
Mientras tanto, las recompensas que son más pequeñas o que no ofrecen una recompensa garantizada no parecen ser tan efectivas para aumentar las tasas de vacunación. Chen citó los programas de lotería que implementaron algunos estados, que ofrecían boletos para individuos vacunados con premios de hasta $ 1 millón. Los programas realmente no resonaron, dijo, porque la gente reconoció la probabilidad de que no ganaran el gran premio.
Por lo tanto, es posible que estemos en un momento en el que las sanciones tengan más sentido cuando se trata de la vacuna COVID-19. "Es difícil aumentar significativamente el beneficio de una manera que no cueste demasiado dinero", dijo Chen.
Pero también está la cuestión de si penalizar a las personas hace que se atasquen más en sus caminos. Piense en el niño que se enoja más cuanto más se le castiga. De hecho, existe toda una teoría de la justicia penal, llamada teoría del desafío, que sugiere tal resultado.
También vale la pena señalar que las sanciones no tienen que venir solo en forma de recargos de la empresa. Los estadounidenses no vacunados ahora enfrentan una variedad de "precios" que pueden pagar, desde perder sus trabajos hasta perder amigos.