Como especie, el coronavirus no tiene ninguna importancia. Ni siquiera afectará al destino de nuestra civilización.

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 15 sep, 2020 17:20 - Actualizado: 08:52
zzzzdadadad

“En la II Guerra Mundial, durante los meses que duró el bombardeo a Londres de la aviación alemana, Churchill hizo que siguieran funcionando los cines, el teatro, las escuelas… ¡Y les caían bombas encima!”. Así arranca esta entrevista con Juan Luis Arsuaga. A sus 65 años, el paleoantropólogo no ha perdido su discurso apasionado.

“La excavación en casi todos los yacimientos del mundo está parada, pero en Atapuerca hemos estado excavando con todas las medidas de seguridad. Aquí, en el Valle del Lozoya, también hemos continuado. Y sin ningún contagio. Hay que salir adelante, con todo, adaptándonos, con mascarilla, con protección, pero sin detenernos. Hay que abrir las escuelas, y hay que abrir las universidades, y dar clases presenciales. Yo puedo buscarme un campo de fútbol en el que dar las clases, aguanto bien el frío”.

Juan Luis Arsuaga nos espera en lo alto de una loma del Valle del Lozoya, un lugar al abrigo del viento que hace 90.000 años fue un buen cazadero para hienas y neandertales, rico en herbívoros, último refugio de osos pardos.

“Allí se encontraron tres dientes de neandertal adulto, allí dos molares… Y una niña neandertal, lo que quedaba de su mandíbula. Los huesos estaban muy destrozados”, describe, señalando desde lo alto del yacimiento y su más de 1,80 cm de estatura. Impone.

Artículo completo.

contador