El "olfato" cuando se trata de bolsa, mejor dejarlo en el armario

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Capitalbolsa | 30 abr, 2018 16:15 - Actualizado: 08:28
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En muchas ocasiones me preguntan cuál es mi método de inversión. ¿Eres analista técnico, eres fundamental, te fías por los flujos monetarios, eres más intuitivo? Un analista puede permitirse el “lujo” de denominarse a sí mismo como analista técnico o fundamental, un gestor no.

Un inversor, ya sea profesional o aficionado, tiene que utilizar todas las herramientas a su alcance para maximizar sus probabilidades de éxito. Estas incluyen las herramientas técnicas, las valoraciones fundamentales, los indicadores de flujos, las noticias que no estén en mercado, el olfato…bueno, en este último caso no. La intuición se ha comprobado históricamente que ha sido una mala consejera a la hora de invertir en los mercados.

Hace un tiempo, dos de los más prestigiosos inversores del momento, Ray Dalio y Bill Ackman, impartieron una interesante conferencia en la que hablaron de este asunto en concreto. Se la resumiré:

Ray Dalio por ejemplo habló que los métodos cuantitativos que utiliza para la toma de decisiones operativas tienen una elevada tasa de acierto, muy por encima de las decisiones personales de cada gestor.

Ben Carlson de Wealth Common Sense recoge las palabras de Dalio en esta conferencia. “El 99% de las veces estoy de acuerdo con la estrategia cuantitativa. El 1% de las veces que no lo estoy he comprobado en retrospectiva que el sistema automático tenía razón en el 66% de las ocasiones”.

Dalio reconoció que se equivocaba 2 de cada 3 veces cuando intentaba anular su modelo de inversión cuantitativa, y eso que este es uno de los gestores más brillantes del mundo.

El premio nobel de economía Daniel Kahneman demostró recientemente que los algoritmos simples que se usan para tomar decisiones tienden a vencer a los expertos que intentan utilizar la intuición en una amplia variedad de campos –la medicina, negocios, la inversión. Los expertos están demasiado confiados en sus habilidades mientras que los modelos no. Los modelos son disciplinados mientras que los expertos tienden a dejarse cegar por sus prejuicios.

Joel Greenblatt, durante el período de 2009 a 2011, realizó un interesante experimento en el que ofrecía a sus clientes dos posibilidades. Una cuenta auto gestionada para que ellos eligieran sus propias acciones, y una cuenta gestionada por profesionales. En esta última la gestión se realizaría por programas informáticos siguiendo modelos de valoración.

Los resultados fueron que las cuentas auto gestionadas tuvieron un comportamiento ligeramente peor que el mercado (62,7% S&P 500 vs 59,4% cuentas), mientras que las de gestión automática alcanzaron una rentabilidad del 84,1%

Este peor comportamiento del inversor particular se produjo por varios factores entre los que se encuentran:

- Las acciones que mejor comportamiento tuvieron fueron las acciones más deprimidas. Los inversores saben porque estas acciones se han comportado mal, por lo que generalmente las evitan. Los modelos automáticos no.

- En segundo lugar los inversores particulares tienden a vender acciones después de períodos de bajo rendimiento y comprar acciones después de períodos de fuertes ganancias. Esto es lo opuesto a una estrategia valor.

Uno de las conclusiones más relevantes de este experimento fue que las cuentas auto gestionadas que mejor comportamiento tuvieron fueron la de aquellos inversores que no hicieron nada. Es decir, abrieron la cuenta, compraron una cartera de valores y no tomaron ninguna otra decisión en los años del estudio.

Ben Carlson señala que para la mayoría de personas es difícil creer que un sistema automatizado puede tomar mejores decisiones que sus propios instintos, pero los datos así lo atestiguan.

Carlos Montero - Lacartadelabolsa

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