Contra los cárteles de la droga: legalización

Juan Ramón Rallo

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 16 feb, 2018 16:43
cbamarihuana short

Existen muchas razones para legalizar la marihuana. La principal, que debemos respetar escrupulosamente las decisiones de cada persona acerca de cómo vivir su vida (siempre que, claro está, esa persona también respete las decisiones de los demás acerca de cómo vivir sus vidas).

Es del todo lícito que tratemos de persuadir a otros individuos sobre por qué no deberían tomar determinadas drogas —sean éstas cannabis, tabaco, vino o cerveza—, pero en ningún caso deberíamos utilizar la violencia contra ellos para impedírselo.

Afortunadamente, parece que cada vez más estados dentro de EEUU están optando por aplicar una solución liberal —la legalización— a la cuestión de las drogas y, en particular, al estatus jurídico de la marihuana. De momento, ya son nueve los estados donde la producción y distribución de marihuana para consumo recreativo no son perseguidas por medios policiales: Alaska, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Nevada, Oregón, Vermont y Washington; más el Distrito de Columbia. A su vez, la producción y distribución para uso exclusivamente medicinal también es admitida en otros 20 estados: Arizona, Arkansas, Connecticut, Delaware, Florida, Georgia, Hawái, Illinois, Luisiana, Maryland, Michigan, Minnesota, Montana, New Hampshire, New Jersey, Nuevo México, Dakota del Norte, Ohio, Rhode Island y West Virginia. Por consiguiente, 70 millones de estadounidenses (el 21% del total) ya residen en territorios donde la marihuana es plenamente legal; y 185 millones (el 56% del total) allí donde lo es al menos su producción y distribución medicinal.

Y si bien la razón básica para promover la legalización de la marihuana es esencialmente moral —el respeto a la libertad individual—, no deberíamos desdeñar otras muy beneficiosas consecuencias sociales que este proceso de apertura está cosechando: me refiero, más en concreto, a sus efectos deletéreos sobre la organización de los cárteles mexicanos de la droga.

Recordemos algunas conclusiones muy sencillas de la teoría microeconómica. Prohibir la comercialización de la marihuana contribuye a elevar su precio en el mercado negro muy por encima de su coste de producción: esto es, contribuye a incrementar los beneficios extraordinarios de quienes osen desafiar la ley a la hora de producir y distribuir marihuana. Y dado que la ley suelen saltársela los criminales, la prohibición de la marihuana proporciona un estímulo económico muy fuerte para que crezca el número de delincuentes y para que aumenten las fuentes de financiación de aquellos grupos mafiosos mejor organizados. A contrario sensu, cabrá esperar que, cuando se ponga fin a la prohibición de la comercialización de la marihuana, aparezcan nuevos productores y distribuidores dentro de la legalidad que contribuyan a reducir sus precios y, por tanto, a erradicar los elevados márgenes oligopolísticos de los que se nutren los cárteles... Leer Más

contador