La religiosidad está asociada al nivel de inteligencia
Aunque el número de creyentes es abrumador en la población mundial, la religiosidad es inversamente proporcional al nivel de inteligencia. Los ateos son más inteligentes y mayoritarios entre los científicos.
Tener fe es creer en algo que no se puede comprobar si es, o no, verdad. Este acto de dar crédito a una convicción, sin pruebas racionales que la avalen, e incluso con fuertes evidencias en su contra, es la esencia de las creencias religiosas. También de las supersticiones.
Y es lo contrario de la ciencia.
Esencialmente la religión se basa en creer, sin prueba alguna, en la palabra "revelada": Dios descubre su plan a través de la Biblia, el Corán, o cualquier otro de los más de 4000 libros sagrados que sirven de fundamento a las aproximadamente 4200 religiones diferentes que se practican hoy en día.
También transmite su mensaje a través de decenas de miles de profetas. En la gran mayoría de las religiones, las autoridades religiosas son la únicas que pueden interpretar correctamente esa palabra divina. Y en muchas de ellas (por ejemplo, la católica), sus practicantes tienen la obligación de creer que estas autoridades son infalibles (por ejemplo, el Papa).