Unas bolsas 'bipolares' celebran un mal escenario

Juan Carlos Ureta Domingo, presidente ejecutivo Renta 4 Banco

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 17 ene, 2022 19:33
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La segunda semana del año se ha cerrado con nuevas caídas para las Bolsas americanas, pero esta vez con algunas diferencias importantes respecto a la semana anterior. En primer lugar, en esta ocasión se han trasladado también a los índices europeos, con alguna excepción como la de nuestro Ibex. En segundo lugar, las tecnológicas no han sido en esta vez las que peor se han comportado.

En tercer lugar, la inflación y la subida de los tipos largos no han sido la causa única de las caídas, ni siquiera la causa principal. Hay temas que empiezan a preocupar a los inversores, más allá de la inflación. Otra novedad de esta segunda semana del año ha sido el buen comportamiento de las Bolsas emergentes, con el MSCI Emerging Markets en dólares subiendo un 2,56%.

Al final podemos decir que las Bolsas que han caído lo han hecho de forma relativamente moderada (S&P y Nasdaq -0,3%, Dow Jones y Eurostoxx -0,8%) lo cual demuestra una vez más una gran fortaleza de la renta variable, ya que en la semana se han publicado noticias inquietantes. Hemos sabido que la inflación subió en diciembre al 7% en Estados Unidos, la mayor inflación en cuarenta años, un dato que además coincide con un desplome de las ventas minoristas americanas en diciembre (cayeron el 1,9% en el mes frente al alza esperada del 0,1%) y con una caída notable del sentimiento del consumidor medido por la Universidad de Michigan, datos ambos que se publicaron en la sesión de cierre semanal del viernes. Tampoco fue bueno el dato de producción industrial de diciembre en Estados Unidos, que se publicó también el viernes.

En cierto modo, y pese a las caídas, podremos decir que las Bolsas han hecho una enorme exhibición de fuerza la semana pasada. Además de los ya citados malos datos macroeconómicos, los mensajes de la Fed tampoco ayudaron. El pasado martes Jerome Powell afirmaba de forma tajante que "si la inflación persiste subiremos más los tipos de interés", mientras otros dos miembros del Consejo de la Fed respaldaban ese mismo día una subida de los tipos de interés ya en marzo, y un tercer miembro del Consejo proponía empezar a reducir ya el balance de la Fed "pronto" ("sooner than later"). Hay que recordar que en la anterior fase de "endurecimiento" monetario, la Fed solo empezó a reducir su balance dos años después del anuncio de la primera subida de tipos de interés hecha en diciembre de 2015.

El tono de la Fed es tan "duro" ('hawkish') que incluso la habitualmente 'dovish' presidenta del BCE, Christine Lagarde, se vio obligada a asegurar, en el acto de toma de posesión del nuevo presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, que el BCE será firme en la lucha contra la inflación y que "nos tomamos muy en serio la inflación". Bien es verdad que lo hizo en respuesta a unas palabras muy duras del propio Joachim Nagel, en su discurso relevo a Jens Weidmann, al afirmar que el principal objetivo del Bundesbank es "asegurar la estabilidad de los precios a los ciudadanos de la zona euro" y que "los ciudadanos quieren que seamos la voz de la estabilidad y les garantizo que desde aquí mismo así será".

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