Análisis de Telefónica: ¿Quieren todos a Telefónica... menos los inversores finales?

Análisis de eToro sobre Telefónica

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 22 dic, 2023 15:16
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Mientras se suceden los anuncios de inversiones en Telefónica por parte de distintos actores mundiales, la cotización de la operadora en bolsa se desmarca de la buena tendencia del Ibex que sube cerca del 25%, al experimentar revalorizaciones que apenas superan el 7% en el año.

¿Quiere esto decir que el descuento de expectativas sobre el crecimiento de la empresa está en mínimos? Pues si miramos al interés de inversores finales en bolsa y al generado en ciertos operadores mundiales, sin duda alguna que existen claras divergencias.

La adquisición de hasta un 10% de las acciones de Telefónica por parte de la SEPI supone una importante estrategia de Estado. Este movimiento estratégico garantiza la estabilidad de los principales accionistas de Telefónica, protege a la compañía de las fluctuaciones del mercado y garantiza una base accionarial sólida y predecible. La medida refleja los esfuerzos por proteger los intereses estratégicos nacionales, dada su posición en comunicaciones, innovación y seguridad.

Esta intervención también puede verse como una medida defensiva frente a las inversiones del Fondo Saudí STC, para mantener la influencia y el control estratégico nacional dentro de las fronteras de España. Este enfoque no es exclusivo de Europa, ya que otros gobiernos también tienen participaciones en empresas que son estratégicas para sus intereses nacionales.

Para los inversores y el mercado, la adquisición de SEPI puede interpretarse como un intento de minimizar el impacto en los precios de las acciones y alinearse con la tendencia europea más amplia de inversión gubernamental en grandes empresas. Convertir a SEPI en un accionista importante podría aumentar la influencia del gobierno sobre la estrategia corporativa de Telefónica, lo que podría tener un impacto significativo en la gobernanza y la dirección futura de la empresa.

La entrada de SEPI como accionista de referencia reestructurará la propiedad y el gobierno de Telefónica, pues superará las participaciones de accionistas como BBVA y BlackRock o el mismo fondo saudí. Esta evolución permite a España equilibrar su posición con países como Alemania y Francia, que poseen grandes participaciones en Deutsche Telekom y Orange, respectivamente.

Los inversores deben considerar cómo afectará esta nueva estructura de propiedad a la estabilidad y la estrategia futura de la empresa, prestando al mismo tiempo mucha atención a las tendencias de los precios de las acciones y al sentimiento del mercado.

La zona de los 4 euros es actualmente, el muro de granito a superar. Veremos si la fuerza acompaña a los inversores y la operadora es capaz de reducir su distancia a la media del Ibex-35.

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