- Entre enero y agosto se han registrado 433 falsas alarmas, 365 sólo en Barcelona
- Este pasado verano se tuvieron que desalojar la plaza Comercial del Born, la Vía Laietana y la estación de Sants, entre otros
Barcelona ha experimentado un incremento notable de las falsas alarmas por supuestos artefactos explosivos ante el creciente estado de alerta por atentados yihadistas. La gestión de llamadas y avisos por la presencia de paquetes sospechosos se ha doblado en un año, según los Mossos d’Esquadra.
Las cifras que presenta el diario Ara son un reflejo de que los barceloneses viven más atemorizados que hace un año. Durante todo 2015 se registraron 262 alertas por posibles explosivos, más del doble que en 2014. Pero justo después de los atentados en París, entre noviembre y diciembre, se dieron 122. “A partir de entonces hemos detectado un incremento sostenido de la gestión de incidentes por posible artefacto explosivo; ha habido una punta después de cada atentado, pero París fue el punto de inflexión”, explica el portavoz de los Mossos d’Esquadra, Xavier Porcuna.
Entre enero y agosto se han registrado 433 falsas alarmas, un 84% (365) sólo en Barcelona
La cosa aún se agrava si nos fijamos en las cifras de 2016. Entre enero y agosto se han registrado 433 falsas alarmas, un 84% (365) sólo en Barcelona. O lo que es lo mismo, la capital catalana ha notificado a las autoridades la presencia de una mochila o un aparato sospechoso casi dos veces al día en lo que llevamos de año.
Recuerda el Ara que este pasado verano se tuvieron que desalojar la plaza Comercial del Born, la Vía Laietana y la estación de Sants, entre otros.
Desde los Mossos d’Esquadra no se quejan de estos avisos, de hecho, explica el medio que los fomentan. Porcuna asegura al diario que la consigna de los Mossos es pedir a los ciudadanos “que si ven algo sospechoso nos avisen, porque lo comprobaremos”. El portavoz del cuerpo policial autonómico reconoce que “no negamos que a los Mossos d'Esquadra nuestra principal actividad ahora mismo es la lucha contra el terrorismo”. “Pero no se trata de generar alarma”, concluye.