• Todo indica que la entidad no modificará su mensaje en el primer cónclave de 2018...
  • ...pero que sí preparará el terreno para hacerlo en marzo
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El presidente del BCE, Mario Draghi.

Todo parecía tranquilo en el universo del Banco Central Europeo (BCE). Hasta que las actas de la reunión de diciembre mostraron que en el seno de la entidad hay más prisas de las previstas por ir retirando los estímulos. Esta sorpresa, que ha calentado aún más la subida del euro, condiciona el primer cónclave del año de la institución.

“Lejos de la ‘paz y tranquilidad’ que el BCE probablemente pensó que había ‘comprado’ en octubre pasado, cuando anunció que en enero reduciría de 60.000 a 30.000 millones de euros mensuales sus compras de activos y que prolongaría estas adquisiciones al menos hasta septiembre, los últimos acontecimientos relacionados con el BCE sugieren que la conferencia de prensa no será fácil para Draghi”, señalan desde Bank of America Merrill Lynch. Desde su punto de vista, este escenario refleja claramente su idea principal: “Que el cambio de una parte de la hoja de ruta del BCE abre la puerta a que el mercado cuestione cada paso que se dé”, afirman.

"La conferencia de prensa y las preguntas y respuestas de este jueves probablemente serán más equilibradas con el fin de reflejar las opiniones más amplias dentro del Consejo de Gobierno", señalan desde Morgan Stanley.

Las últimas actas del BCE han catapultado al euro, que este miércoles incluso tocó los 1,24 dólares, su cambio más alto desde finales de 2014. Es decir, desde antes de que Draghi pusiera en marcha su programa de compra de activos (APP o QE). El contenido de esas actas, conocido el 11 de enero, se interpretó como el primer paso del banco central hacia la finalización completa del APP y hacia una subida de tipos. El organismo presidido por Mario Draghi plantea en ellas la posibilidad de que, a partir de este año 2018, sea necesario un giro en el mensaje de la política monetaria de la institución para ajustar gradualmente el lenguaje en línea con las mejores perspectivas de crecimiento y con su “mayor confianza” en que la inflación alcanzará el objetivo de situarse por debajo, pero cerca, del 2%.

El presidente del Banco Central Europeo deberá responder este jueves muchas preguntas relacionadas con el calendario que manera la entidad, al tiempo que despliega un discurso que, necesariamente, tendrá que ajustarse al mensaje de las actas. Eso sí, buscará hacerlo como sabe Draghi, intentando que el impacto en los mercados no sea exagerado, especialmente en lo que se refiere al euro. “Esperamos que enfatice que cualquier cambio en la orientación (del BCE) será gradual y que la secuencia establecida -que las subidas de tipos llegarán sólo después de que las compras de activos hayan terminado- no se verá alterada. Aquellos que esperan subidas de tipos a finales de este año pueden terminar decepcionados”, señalan desde BofA Merill Lynch.

Desde Oxford Economics también hacen hincapié en los 'equilibrismos' que hará Draghi para mantener, pero al mismo tiempo 'moderar', el discurso más duro del BCE de las últimas semanas hacia la normalización monetaria. “Con la retórica ‘hawkish’ (a favor de la retirada de estímulos) dominante en las últimas semanas, esperamos que Draghi ofrezca una evaluación más equilibrada con énfasis en una perspectiva moderada de inflación, que impulsará el camino hacia una normalización de las políticas. Sin embargo, es poco probable que cambie la percepción de que el final de las compras en 2018 es un hecho”, indican desde Oxford Economics. "La conferencia de prensa y las preguntas y respuestas de este jueves probablemente serán más equilibradas con el fin de reflejar las opiniones más amplias dentro del Consejo de Gobierno", añaden al respecto desde Morgan Stanley.

LA REUNIÓN DE MARZO SERÁ EL PRÓXIMO ENCUENTRO CLAVE

Los plazos son fundamentales en el proceso de normalización monetaria del BCE y Draghi deberá responder a más de una pregunta en este sentido. Una de ellas, muy probablemente, tendrá que ver con el mes de septiembre y la posibilidad de que sea finalmente éste el elegido para retirar la QE, tal y como está descontando el mercado dado el favorable contexto macroeconómico. El BCE dijo en octubre que su intención era mantener el programa de compra de activos “al menos hasta septiembre de 2018”, sin fijar por tanto una fecha de conclusión concreta. Ahora parece que la presión de los 'halcones' por anunciar una fecha concreta es creciente. En este sentido, la reunión del próximo 8 de marzo se perfila como el momento en el que Draghi entrará en más detalles sobre sus planes para ir retirando los estímulos. La relevancia de ese encuentro previsto para dentro de dos meses será la otra gran cuestión y se prevé que Draghi dejará la puerta abierta al anuncio de novedades entonces.

La reunión del próximo 8 de marzo se perfila como el momento en el que Mario Draghi entrará en más detalles sobre sus planes para ir retirando los estímulos

JP Morgan Asset Management considera que no habrá novedades significativas en esta primera reunión del año del BCE y sí en la segunda. Desde Morgan Stanley, el planteamiento es similar. "Es probable que la primera reunión de política monetaria de 2018 sea examinada de cerca por los miembros del mercado en busca de pistas sobre cuándo cambiará el BCE la orientación de su política monetaria y cómo. Esto probablemente ocurrirá en marzo, cuando proyectamos que la inflación comenzará a subir nuevamente y que las nuevas proyecciones del BCE probablemente mostrarán una mayor inflación. Una indicación más clara de que la QE terminará a partir de octubre, como pronosticamos, es probable que llegue en junio". La reunión de tipos del BCE de junio se celebra el día 14.

Los expertos de Morgan Stanley ahondan en la evolución del proceso de normalización monetaria del BCE y sostienen que el Consejo de Gobierno del banco central no ha decidido todavía el lenguaje que empleará para comunicar el próximo cambio de su política al mercado. "Además del tono y el contenido de futuras conferencias de prensa y discursos, vemos dos posibilidades. La primera es hacer que el sesgo de flexibilización sea más simétrico, diciendo que el BCE está listo para aumentar el horizonte de las compras de activos si es necesario, pero eliminando cualquier referencia a un posible aumento de su tamaño mensual. Una segunda forma, quizás después de este paso, es hacer que el programa sea cerrado, y no volver a hacer mención a que las compras podrían extenderse más allá de septiembre".

En cuanto a la secuencia de normalización monetaria, los expertos de Morgan apuntan que, una vez que la QE llegue a su fin, el banco central, a finales de este año, probablemente también cambie la orientación sobre sus tipos e indique que la tasa de deposito se moverá un tiempo después de finalizar con las compras de activos, en lugar de un largo tiempo después. "Esperamos una primera subida de los tipos de depósito de 15 puntos básicos, hasta el -0,25%, en marzo de 2019. El mercado ha convergido más o menos hacia esta previsión", concluyen desde Morgan Stanley.

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