- Sirve para la coordinación corporal y manejo de la respiración
- En los próximos Juegos Olímpicos de Río-2016 estará en las competencias
El deporte no aplicado al alto rendimiento siempre va a ser una fórmula saludable para encontrar salidas hacia otros espacios. En el caso del golf, tiene cualidades que aplican mucho para que los empresarios lo tengan entre sus hobbies.
El golf se ha caracterizado por su carácter de disciplina de elite económico, pero su práctica cada vez requiere de menos complicaciones: los clubes ofrecen las herramientas necesarias. Prueba de su crecimiento es que la popularidad le abrió espacio en los Juegos Olímpicos y estará en Río-2016.
Ese crecimiento se ve acompañado de cualidades propias que este deporte ofrece en su ejercicio y que se pueden complementar en los negocios o en cualquier campo de la vida sin que ello implique un excesivo desgaste físico.
Uno de los puntos en los que el golf permite mejorar es en la coordinación de los movimientos, ya que este es un requisito a cumplir en el momento de hacer el swing o movimiento con el que se impacta la pelota. Desde los pies hasta la cabeza cumplen una función para el correcto y más efectivo golpe.
De igual forma, la respiración adecuada es necesaria durante cualquier recorrido, sea de 18 hoyos si se quiere hacer una ronda completa y si es de 9 para jugar de forma más recreativa. Respirar correctamente permite que el cuerpo, en general, funcione mejor y sirve para manejar mucho mejor los flujos sanguíneos, entre otros.
El buen pulso y el o adecuado de los espacios también es clave y esto, evidentemente, puede aplicarse en los contextos empresariales. Todo esto se vincula con el manejo de tensión y las ejecuciones correctas, ambos temas que van amarrados a la consecución de los resultados deseados, tanto en el campo como en los negocios.
Por lo mismo, la estrategia correcta se aplica en ambos casos y por eso muchas veces un campo de golf se convierte al mismo tiempo en uno de negocios. Pocos deportes permiten que durante su práctica se pueda dialogar, aunque obvio no deben ser conversaciones muy extensas si se quiere evitar un alta exposición al sol o perder el ritmo de juego.
Así, todo lleva a que el golf sea una herramienta correcta para poder llevar a cabo negocios, pero ante todo para manejar con eficacia el más importante de la vida: nuestra salud.
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