la secretaire d etat au commerce gina raimondo lors d une audition a washington
La secretaria de Comercio de EEUU, Gina Raimondo

La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, ha indicado que el país norteamericano quiere trabajar con China para garantizar una relación y un entorno más "predecible" para las empresas estadounidenses que operan en gigante asiático, ya que es "profundamente importante" que las dos mayores economías del mundo mantengan una relación estable en el aspecto económico.

"Es una relación complicada. Es una relación desafiante. Por supuesto, no estaremos de acuerdo en ciertas cuestiones. Creo que podemos progresar si somos directos, abiertos y prácticos", ha indicado Raimondo durante su visita de cuatro días a China. Raimondo es la cuarta alta funcionaria estadounidense en viajar de forma oficial a China en los últimos meses tras las visitas del secretario de Estado, Antony Blinken; la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y el enviado especial para asuntos relacionados con el cambio climático, John Kerry.

En una conversación con el secretario del Comité del Partido Comunista de Shanghái, Chen Jining, Raimnondo ha subrayado que una "relación económica estable es buena para Estados Unidos, buena para China y buena para el mundo". "La relación económica entre Estados Unidos y China es una de las más importantes del mundo", ha recalcado la secretaria de Comercio.

Asimismo, en un encuentro con periodistas, Raimondo reconoció que "cada vez oigo decir más a las empresas estadounidenses que China no es atractiva porque es demasiado arriesgada". Entre los retos a los que se enfrentan las compañías norteamericanas en el país asiático, la alta funcionaria citó "multas exorbitantes sin ninguna explicación, revisiones de la ley de contraespionaje, que no están claras y que están enviando ondas de choque a través de la comunidad estadounidense; redadas en empresas… todo un nuevo nivel de desafío y necesitamos que se aborde".

Si bien antes eran principales socios comerciales, Washington y China se han ido separando con el paso del tiempo. Ahora, Estados Unidos comercia más con sus vecinos norteamericanos, Canadá y México, mientras que el gigante asiático mira más a países de su entorno, especialmente en el Sudeste de Asia.

En los últimos meses, la tensión ha escalado entre Estados Unidos y China con el incidente del globo espía como detonante. Los mayores choques se han visto en el frente tecnológico, en concreto en el de los semiconductores, con ambas potencias limitando las exportaciones de tecnología y componentes. El vehículo eléctrico, la computación cuántica o la inteligencia artificial, son otras áreas en las que Estados Unidos ha puesto trabas para la inversión en el país asiático y en las que el gigante asiático ha respondido con nuevas restricciones.

"Todo eso crea incertidumbre e imprevisibilidad. Así que las empresas buscan otras oportunidades, buscan otros países, buscan otros lugares a los que ir. La suma total de todo está haciendo que China parezca demasiado arriesgada para que inviertan", ha explicado Raimondo.

Por otro lado, la secretaria de Comercio ha indicado que Estados Unidos y China han "trabajado durante el verano para establecer nuevos intercambios de información y grupos de trabajo que nos permitirán tener un compromiso más consistente en nuestra relación". "Por supuesto, en asuntos de seguridad nacional no hay lugar para el compromiso o la negociación", ha añadido, al tiempo que matizó que la gran mayoría no suponían un problema en este aspecto. De igual modo, Raimondo recalcó la "importancia de reforzar la protección de los secretos comerciales para las empresas estadounidenses que operan en China".

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