• Los gestores de crédito están empezando a sentir los nervios
  • Al durar tanto la corrección, se amplía el riesgo de capitulación final
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El comienzo de 2016 ha sido bastante turbulento, y muchos analistas piensa que el resto del ejercicio continuará en la misma línea: lateral y con alta volatilidad en los mercados. Estamos inmersos en el peor contexto de los últimos años y la renta variable ha perdido parte de las ganancias acumuladas en los últimos años.

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En un escenario como este, a nadie le gusta hablar del corto plazo. Lo cierto es que, advirtiendo de donde venimos y según Álex Fusté, economista jefe de Andbank, "uno está forzado a entender no solo el largo y medio plazo sino también el corto plazo (aunque éste pueda ser desquiciante)".

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Pero, ¿qué no le gusta a Fusté de este mercado? Siete aspectos hacen desconfiar de la buena salud de la bolsa al economista jefe de Andbank:

1. El rebote de la semana del 18 al 22 de enero se dio en un “short squeeze” y vino acompañado con entradas en fondos inversos BXX i BSH, apostando por caídas de mercado.

2. El mercado está plagado de Risk Parity Funds (la versión moderna de los VaR de hace unos años). Ya saben ustedes cómo funciona esto. Con volatilidades altas, sólo se ponen órdenes de venta, y acaban convirtiéndose en fondos de Renta Fija y Mercado Monetario.

Al durar tanto la corrección, se amplía el riesgo de capitulación final

3. Es cierto que el ratio Bulls/Bears está muy deprimido (a priori eso no es malo pues todos están ya pesimistas, quedando poco espacio para más de lo mismo). Sin embargo, al durar tanto la corrección, se amplía el riesgo de capitulación final (que aún no hemos visto), sobre todo si uno tiene en cuenta, como describimos en el punto anterior, cómo está estructurado el mercado.

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4. Todo esto ocurre en un ciclo de beneficios en Estados Unidos que han empezado a caer. ¿Sentimiento a la baja y fundamentales cayendo? No es un escenario que ayude precisamente. Ya preveíamos caídas del -2,5% de BPA en Estados Unidos. Por eso nuestro mensaje de que “el S&P no iría a ninguna parte en 2016”. Esperemos que el mercado empiece a discriminar en otros mercados en donde los fundamentales (BPA) van a crecer.

5. Los gestores de crédito, según informan algunas firmas de inversión, están empezando a sentir los nervios. Es esencial que el mercado de crédito se tranquilice, pues en verdad es el nexo más importante entre mercado financiero y economía real.

La banca norteamericana necesita aumentar mucho mas sus provisiones por el petróleo

6. Muchos hablan de que la banca estadounidense ha iniciado una “carrera” de provisiones para cubrir pérdidas por las quiebras que van a venir de los “Oil loans, y que por tanto, esto no va a pillar desprevenido a la banca. Quizás. Pero tenemos ya una buena muestra del estado de esas provisiones, equivalentes al 6% de todo el volumen concedido en estos préstamos. El problema es que un 6% no es suficiente, pues cubriría (por ejemplo) a un nivel de NPLs (impagos) del 20% con pérdidas del 30% en cada préstamo (es decir, recovery value del 70%), y eso, a todas luces, parece del todo optimista. En otras palabras, la banca norteamericana necesita aumentar mucho mas sus provisiones; seguramente doblar el nivel actual, y eso recortará sus beneficios (y los del S&P). Por eso, los inversores venden este índice.

7. Tampoco gusta a Fusté que los principales bancos hayan cerrado sus operaciones de trading de deuda corporativa (y sin expectativas que las vuelvan a abrir). La intermediación se muere, y esto no es bueno.

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