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PetróleoEUROPA PRESS - Archivo

"Los mercados del crudo y de los productos refinados se encuentran al principio de una crisis, reforzada por una cadena logística y de suministro cada vez más fracturada". Así lo apuntan los expertos de Rabobank, que creen que el mercado del 'oro negro' está "en vías de desaparición". Son contundentes al respecto: "El petróleo está en las últimas, ya sea en diez años o en treinta".

Así lo indican en su último informe sobre el mercado energético, en el que dejan claro que el crecimiento de la oferta es cada vez más "escaso" en Occidente porque ahora "la atención se centra en la energía verde, el gasóleo renovable, el biodiésel y el hidrógeno".

De hecho, estos analistas señalan que la mayor parte del crecimiento de la oferta de petróleo crudo y gas natural procede de pozos perforados pero no terminados, y la actual subida de los tipos de interés "no hace sino desincentivar aún más las perforaciones especulativas" en busca de nuevas fuentes de crudo.

La previsión de Rabobank es que probablemente la producción de petróleo estadounidense "alcance su punto máximo antes de 2030, lo que impulsará aún más el uso de energías renovables". ¿Por qué? Pues porque "nuestro sistema económico mundial se basa en el flujo fácil y barato de energía a través de fronteras y océanos, y cuando las fronteras se cierran, esa cadena empieza a romperse".

Es lo que ha ocurrido a raíz de la invasión rusa de Ucrania, y los estrategas del banco holandés creen que ya no hay marcha atrás, sobre todo porque cada vez la conciencia verde pesa mucho más. "Estamos asistiendo al final del crecimiento de la capacidad de las refinerías de petróleo; lo más probable es que para 2030 la capacidad mundial esté en declive", comentan.

Se espera que en los próximos dos años se incorporen al mercado 3,9 millones de barriles de petróleo diarios (bpd) de nueva capacidad, y que se completen otros proyectos hasta 2028. No obstante, cabe recordar que EEUU no ha construido una gran refinería desde 1977 y ha perdido 1,1 millones de bpd de capacidad desde 2020. "Actualmente existen incentivos para convertir las refinerías regionales en plantas de biodiésel, combustible de aviación sostenible (SAF) o diésel renovable", y probablemente es lo que acabe pasando, insiste Rabobank.

El escenario es desalentador para los productores. "Si todo el mundo está cerrando y el final está en el horizonte, aunque sea lejano, entonces los proveedores tienen pocos incentivos para expandirse en una industria moribunda", opinan los estrategas del banco, que remarcan que "el petróleo está en las últimas, ya sea en diez años o en treinta".

"Las criaturas en su agonía sufren violentos espasmos. Esperamos lo mismo de los combustibles fósiles, y reinará la volatilidad", comentan sobre los precios del petróleo. De hecho, creen que a largo plazo (en base a sus previsiones hasta 2035) "el crecimiento de la oferta será menos lento que el de la demanda, y los cuellos de botella de la capacidad de las refinerías y las rivalidades entre países con unas exportaciones chinas disciplinadas mantendrán el crudo y sus componentes a precios más altos".

Como dicen, "hasta que la demanda disminuya significativamente debido a sustitutos ecológicos, el mundo se enfrenta a una década tumultuosa". Y el precio del crudo oscilará mucho a largo plazo.

Pero también a corto plazo. Los analistas de Rabobank indican que seguirán los vaivenes "hasta que se resuelva el lío macroeconómico". Y es que otra quiebra bancaria "podría hacer que el Brent volviera a probar la marca clave de 70 $/bbl, y el contagio financiero empujaría los precios a la horquilla de 65-70 $/bbl".

En unos días se vuelve a reunir la OPEP+, aunque la coalición parece haberse "resquebrajado", ya que los rusos y los saudíes han expuesto recientemente ideas diferentes sobre la posibilidad de qué hacer en la próxima reunión a principios de junio. ¿Habrá otro recorte o se mantendrá la producción en los niveles actuales?

Los estrategas de la entidad holandesa esperan que la OPEP+ mantenga el rumbo y siga con los recortes de abril de 1,6 millones de barriles al día. Recuerdan que ese recorte sorpresa impulsó los precios, pero ahora un segundo recorte "mostraría sus temores más abiertamente e indicaría una mayor debilidad". "Interpretamos un segundo recorte como una señal bajista a menos que los recortes sean extremadamente sustanciales", comentan al respecto.

"Por el momento, el Brent y el WTI mantendrán su tendencia lateral. Los productos refinados seguirán a su líder, ya que los temores a más quiebras bancarias, la debilidad de los datos económicos de la UE y EEUU y el debilitamiento de la demanda china reinan por igual en la mente de especuladores e inversores", concluyen.

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