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La tensión en el mercado del petróleo se ha relajado de manera muy sustancial respecto al año pasado, y esas previsiones que fijaban el precio del barril en 100 dólares prácticamente han desaparecido. Ya no se espera una demanda tan fuerte como la que se anticipaba con la reapertura de China tras el Covid, ni se estima una caída de la oferta tan preocupante como la que se adelantó con el estallido de la guerra en Ucrania. Así las cosas, ahora los expertos ven el mercado más equilibrado y el barril Brent en el rango de 80-70 dólares.

Así lo creen Julius Baer y Morgan Stanley. Los primeros han recortado su previsión a largo plazo sobre el barril Brent al entorno de los 70 dólares desde los 80 dólares anteriores. Los segundos la han bajado hasta los 75 dólares el barril a finales de año frente a los 90-100 dólares que estimaban a principios de 2023 y los 90 dólares (como mucho) que predijeron en abril.

Para Morgan Stanley, los pronósticos actuales de disminución de la oferta de petróleo ruso siguen siendo demasiado elevados. "Combinando datos sobre el funcionamiento de las refinerías, las exportaciones y el almacenamiento, estimamos que la producción de Rusia cayó alrededor de 0,3 millones de barriles diarios (mb/d) en marzo, pero repuntó en torno a 0,2 mb/d en abril. A pesar de las sanciones, la producción de petróleo de Rusia ha sido notablemente resistente, y el petróleo que fluye ahora probablemente seguirá fluyendo", comenta el banco.

"Al final, suponemos que la producción de crudo más condensado se mantenga en alrededor de 10,5 mb/d, lo que implicaría unos 0,4 mb/d menos que en febrero. Sin embargo, los balances de la AIE, la EIA y la OPEP siguen suponiendo descensos de 0,7-1,3 mb/d, lo que nos parece demasiado elevado", explican estos analistas.

En cuanto a la demanda de crudo, Morgan Stanley cree que es "probable" que el impulso de la reapertura de China "ya se haya agotado". Así, opina que aunque la demanda de productos refinados en China aún puede aumentar, la demanda de crudo -que, a fin de cuentas, es más importante- ha ido muy por delante. "Tanto las importaciones de crudo como el rendimiento de las refinerías ya estaban en marzo en máximos históricos, o cerca de ellos. En lo que respecta al crudo, consideramos que la normalización posterior al cierre ya se ha producido en gran medida", apunta.

NO SE ANTICIPAN GRANDES TENSIONES

Si se mira más allá del segundo semestre de 2023, Morgan reconoce que, a principios de 2024 no se aprecian grandes tensiones. Así, anteriormente predecía que el mercado del petróleo tendría un déficit de alrededor de 0,6 mb/d en el segundo semestre. Sin embargo, los últimos datos de producción de EEUU, Canadá y China han superado en 0,1 mb/d sus previsiones.

"Por lo tanto, el déficit previsto se ha reducido a sólo 0,3 mb/d - cerca de un mercado equilibrado. Además, esperamos que el crecimiento de la demanda de petróleo se ralentice en 2024, ya que los vientos de cola de la reapertura de China y la recuperación de la aviación quedarán atrás en su mayor parte. Por el lado de la oferta, todavía hay crecimiento en varios países no pertenecientes a la OPEP y los recortes anunciados recientemente por la OPEP sólo durarán formalmente hasta finales de 2023", anticipa Morgan. En conjunto, prevé para 2024 un exceso de oferta de unos 0,5 mb/d.

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