Investigación culpa a las autoridades por dejar prescribir cientos de posibles casos de infracciones ambientales
Pluspetrol, concluyó la investigación, “lidera el ranking de las empresas infractoras del sector”. Esta aparece con 136 informes prescritos. Pluspetrol Norte, otra empresa del grupo, con 13 informes prescritos.
La investigación periodística, cuyas autoras son Gabriela Flores y Milagros Salazar, da cuenta de la existencia de cientos de páginas y en más del 70% de estas figuran los nombres de las compañías Pluspetrol Perú Corp., Repsol, Graña y Montero Petrolera, Sapet, la estatal Petroperú, entre otras, en las que aparecen informes de supervisión ambiental que nunca fueron investigados.
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Pluspetrol, concluyó la investigación, “lidera el ranking de las empresas infractoras del sector”. Esta aparece con 136 informes prescritos. Pluspetrol Norte, otra empresa del grupo, con 13 informes prescritos.
Otra de las grandes beneficiadas es Graña y Montero Petrolera. Las investigadoras afirman que “tiene 19 informes encarpetados y su subsidiaria Consorcio Terminales, 54 reportes”.
Según las periodistas, “todos esos casos fueron archivados en 23 días entre agosto de 2013 y setiembre de 2014 mediante 1101 resoluciones de la Subdirección de Instrucción e Investigación de OEFA [Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental], pero no por falta de pruebas sino porque las autoridades permitieron que se supere largamente los cuatro años que fija la ley como límite para iniciar un proceso sancionador luego de que se recogen las evidencias iniciales. A esta figura legal se le llama prescripción”.
La investigación, llevada a cabo por Convoca, que tiene entre sus filas a un equipo de reporteros, y aparecida en el diario La República, afirma que “los inspectores presentaron sus informes al Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) entre 1998 y 2009” y que estos reportes pasaron a manos del OEFA en el 2011, “cuando asumió la fiscalización ambiental en hidrocarburos”.
Antes del OEFA, quien estuvo a cargo de supervisión ambiental es el Osinergmin, que, afirma la investigación, “dejó prescribir el 98% de los casos en un lapso de dos a trece años”.
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