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Los bancos españoles no tienen dotadas provisiones para cubrir un hipotético impacto económico derivado de la sentencia que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) publicará en los próximos meses sobre el Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios (IRPH) y no las tendrán hasta que se conozca el fallo, según informan fuentes financieras. No lo ven necesario, dado que por el momento la jurisprudencia que se aplica es la del Tribunal Supremo, que rechazó hace un par de años que este índice fuera abusivo. Todo a pesar de que el Banco de España hace cuatro meses, antes del cierre del primer semestre, ya instó a los bancos a medir el posible impacto de la sentencia del TJUE y a tomar “medidas de prevención”.

En sus informes semestrales, las principales entidades han ido informando de la posibilidad de que el TJUE cambie las reglas del juego en relación con el IRPH, cuya aplicación han defendido en todo momento. También lo ha hecho el Banco de España, que en una rueda de prensa celebrada este verano defendía que una hipotética sentencia desfavorable a la banca no debería tener un gran impacto en su reputación, dado que las entidades aplicaron la norma al vincular hipotecas al IRPH, un índice oficial y calculado por el supervisor.

Tanto a través de estos informes como de sus folletos continuados y de sus primeros ejecutivos, los bancos han ido informando de su exposición a este índice, es decir, de los importes pendientes de pago por hipotecas referenciadas al IRPH. Así, se conoce que CaixaBank es la entidad más expuesta, con unos 6.446 millones de euros, seguida por Santander (4.300 millones), BBVA (3.100 millones), Bankia (1.600 millones), Sabadell (831 millones), Kutxabank (727 millones), Liberbank (209 millones), Unicaja (200 millones) e Ibercaja (50 millones). Bankinter es la única que no comercializó préstamos hipotecarios indexados a este índice.

A pesar del dictamen del Abogado General, que en ningún caso es vinculante, la situación en la que queda la banca sigue siendo de incertidumbre, de ahí que ninguna entidad quiera ponerse a provisionar por un hipotético impacto negativo. Solamente la sentencia del TJUE será la que aclare si los bancos deben compensar a los clientes cuyas hipotecas se referenciaron a este índice o si respalda la aplicación del IRPH.

Con todo, la jornada del martes en bolsa fue de fuerte volatilidad para los bancos, algo que muy probablemente se debe a las diferentes interpretaciones que se dieron al pronunciamiento. Al inicio de la sesión las entidades caían con fuerza, tras lo cual fueron aligerando los descensos y terminaron el día con subidas superiores al 2%.

Otras fuentes financieras achacan este final de jornada bursátil a la letra pequeña del dictamen y ven incluso positivas para los bancos algunas conclusiones del Abogado General, como el hecho de que el letrado reconoce que Bankia, la entidad demandada en el proceso judicial que ha llevado al pronunciamiento por parte de la Justicia europea, "cumplió la exigencia de transparencia impuesta por la Directiva", aunque en el mismo punto el Abogado General devuelve la pelota al juez español para que haga las comprobaciones oportunas a ese respecto.

EL AVISO DEL BANCO DE ESPAÑA

El Banco de España, que siempre ha defendido el uso de este índice y que lo incluye entre los tipos de referencia oficiales del mercado hipotecario, no ha forzado a las entidades a dotar provisiones por un fallo negativo del TJUE, pero hace unos meses sí les animó a ir sopesando en qué medida les afectaría.

En su último Informe de Estabilidad Financiera, el supervisor afirmaba que el pronunciamiento del TJUE podría conllevar un aumento de las demandas contra los bancos, lo cual “exige de estas entidades una apropiada medición del posible impacto contingente y medidas de gestión y prevención adecuadas”.

En el caso de las cláusulas suelo, en el que el TJUE dio la razón a los consumidores contra el criterio del Tribunal Supremo y el del Abogado General, los supervisores instaron a la banca a efectuar las provisiones correspondientes una vez se conoció la sentencia del alto tribunal, recuerdan otras fuentes.

GOLDMAN INSISTE EN SUS ESTIMACIONES

Los temores sobre el impacto que tendría en los bancos una sentencia desfavorable se han materializado en los últimos meses en los informes de las firmas de inversión y, entre ellas, fue especialmente pesimista Goldman Sachs. En un informe redactado ayer mismo, sus analistas subrayan la necesidad de que los bancos realicen provisiones “a gran escala” si la sentencia del TJUE finalmente es desfavorable a los bancos.

En el mismo documento, la firma de inversión reitera la estimación que hizo pública hace algunos meses de que un fallo negativo para la banca podría tener un impacto de entre 7.000 y 44.000 millones de euros para el conjunto del sector y para llegar a esta conclusión trabaja con cinco elementos que podrían penalizar a los bancos: una compensación a los clientes por el cálculo del IRPH, el alcance de la retroactividad, la proporción de entidades que busquen compensación, el tratamiento fiscal y el interés que se impusiera finalmente.

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