Este es el mensaje del mercado de materias primas: Estamos viendo el final del efecto apisonadora.

Thomas Planell, Portfolio Manager y Analista de DNCA (affiliate de Natixis Investment Managers)

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Capitalbolsa | 09 abr, 2024 11:33
ep archivo - un operario trabaja con una maquina apisonadora
Archivo - Un operario trabaja con una máquina apisonadoraJosefina Blanco - Europa Press - Archivo

En EE.UU., los rescoldos del sector industrial han sido reavivados por el fuego de la Ley de Reducción de la Inflación y el fuelle de la economía de guerra a la que se ha comprometido Biden. El índice ISM envió esta semana un poderoso mensaje a los mercados y los departamentos de compras de las empresas ya perciben una vuelta al crecimiento.

En China, se observó un fenómeno similar unos días antes: el ISM repuntó hasta su nivel más alto en un año. E incluso en Europa se ven aquí y allá los primeros destellos de una mejor fortuna industrial.

Parece ser que estamos viendo el final del efecto apisonadora de 18 meses de desabastecimiento. Ese el mensaje de los mercados de materias primas. El índice Bloomberg de materias primas está superando la línea de tendencia bajista que lo ha mantenido durante los dos últimos años. El cobre coquetea con los 9.400 dólares. El aluminio supera los 2.400 dólares la tonelada. Los metales industriales alcanzan precios que no se veían desde hace 14 meses, alentados por las perspectivas de repoblación y los informes de investigación sobre el apetito gigantesco de metales conductores en los centros de datos de inteligencia artificial. La tonelada de cacao se cotiza a casi cinco cifras, llevándose por delante el café. ¿Euforia especulativa? No del todo: las materias primas cuyos fundamentales están deprimidos, como el mineral de hierro, lastrado por el desplome inmobiliario en China, o el níquel, no están sitiadas. Así que el mercado está separando el trigo de la paja. El riesgo de regionalización del conflicto israelo-libanés-palestino está apoyando al petróleo WTI, que se acerca a los 90 dólares. Este rebote de las materias primas empieza a avanzar, a contracorriente de las turbulentas cifras de inflación, que descienden algo más rápido de lo previsto, sobre todo en Europa”.

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