Panorama sombrío en la economía de la eurozona
Chris Williamson, Chief Business Economist de IHS Markit
La economía de la zona euro arrojó resultados desalentadores al final de 2018, puesto que su crecimiento se desaceleró hasta su mínima de los últimos cuatro años. Aunque parte de la ralentización se debió a los trastornos que han causado las protestas de los "chalecos amarillos" en Francia en los negocios y los viajes, el panorama debilitado también refleja crecientes indicios de que la tasa subyacente de crecimiento económico se ha reducido en la zona euro en su conjunto.
Las firmas han expresado preocupación por la coyuntura económica y política mundial, en la que las guerras comerciales y el Brexit se suman a unas crecientes tensiones políticas en la zona euro. Las encuestas también sugieren nuevas señales de que el sector automotriz, que ya venía con problemas, siguió actuando como lastre para la economía de la región.
Mientras que el crecimiento del PIB en el cuarto trimestre en su conjunto ronda casi un 0.3 %, las encuestas sugieren que el impulso de crecimiento trimestral del PIB puede caer más cerca del 0.1 % en el mes de diciembre por sí solo. Los indicadores a futuro como los nuevos pedidos y las expectativas respecto a la actividad futura siguen moderados, sugiriendo que el crecimiento de la demanda se está paralizando, sumándose a los riesgos a la baja para el panorama del futuro inmediato.
La encuesta también ha revelado indicios de que la reducción del precio del petróleo se está traduciendo en una menor inflación de los precios de venta aunque siguió habiendo una gran variación entre las tendencias de los precios en la región. Alemania sigue informando de las tasas más altas de incremento, vinculadas en parte a un mayor crecimiento de las cargas salariales.